capítulo treinta y ocho.

5K 220 111
                                    

trueno vía Instagram story.

trueno vía Instagram story

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Akira

—Te compramos un sánguche así comés algo. —murmuré con pena mientras me acercaba a pasos lentos al morocho, quien estaba sentado en la sala de espera de brazos cruzados y mirando a un punto fijo con aquéllos ojos apenas rojos e hinchados debido a todo lo que estuvo llorando.

—Comé vos, yo no tengo hambre. —contestó negando con su cabeza, y su voz quebrada no lo dejaban hablar con normalidad.

Suspiré hondo y me senté a su lado, para luego apoyar mi cabeza en su hombro y entrelazar nuestras manos, las cuales aún seguían temblando un poco.

—Necesitas comer algo. —musité con tristeza, verlo en ese estado y en la situacion en la que todos nos encontramos mis ganas de llorar eran inmensas, pero necesitaba estar bien para Mateo.

—Lo quiero a Valentín acá con nosotros. —murmuró apretando fuerte sus ojos para dejar caer aquéllas lagrimas que se estaban acumulando, y generándome a mí una presión inmensa en el pecho.

—Te prometo que va a estar bien, por favor confiá en mí. —pedí girando su cabeza hacia mi costado para que me mirara, y sus ojos inundados de lágrimas me partían en mil.

—No prometas porque no sabés lo que nos van a decir, Kira. —negó mordiendo su labio inferior para contenerse los sollozos que el llanto el provocaban.

—Están hace un buen rato ahí, si nos tienen que dar una mala noticia nos la hubiesen dado antes, por eso te pido que confíes. —traté de calmarlo mientras posaba una de mis manos sobre su pecho para así poder ayudar a que su respiración calmara.

Desde que llegamos no sabemos nada de Valentín, Dani vino con la ambulancia pero lo entraron de urgencia y desde ahí nosotros no sabemos como está nuestro amigo.

—¿Y si no salen por que no saben cómo darnos la noticia? —preguntó con miedo, mientras ladeaba su cabeza hacia atrás para apoyarla contra la pared.

—No te hagas la cabeza, ey, si están tardando seguro es porque están haciendo todo lo posible y eso es bueno, Valentín seguro va a salir de ésta. —murmuré acariciando su pelo para que se tranquilizara, y al ver la débil media sonrisa a boca cerrada que se le había formado juro que fue como una caricia al alma.

—Gracias, de verdad. —murmuró esta vez girando su cabeza hacia mi costado para mirarme con sus ojitos aún brillosos debido al llanto— Sos la única que me puede calmar en los peores momentos de mierda. —agregó en voz baja mientras acercaba una de sus manos a mi rostro para pasar su dedo pulgar por el borde de mis labios, como si fuese una caricia. Sus labios un poco tornados apenas rojizos y algo hinchados debido al llanto se hacían tentadores, pero sabía que no era el momento para pensar en eso, entonces mordí fuerte los míos para contenerme las ganas.

Akira; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora