"Siempre imaginé que algo especial tenías, tu nombre encaja perfectamente con vos. Sos luz, y llegaste justo para iluminarme en la oscuridad donde yo estaba metido"
Esta novela habla de temas sensibles y delicados que pueden ser ofensivos al lector...
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Akira
Refregué mis ojos para tratar de despegarlos y fruncí mi ceño confundida al no encontrarme con el cuerpo del morocho a mi lado.
Perdida agarré mi celular para ver la hora; nueve y media pasadas, y ni siquiera yo sé que hago despierta tan temprano.
Creyendo que mi mamá ya se hubiese levantado para irse a trabajar y que mi hermanito ya estuviese en el colegio, entré a WhatsApp y le envié un mensaje a Mateo.
"bebé te fuiste?" fue mi mensaje, pero una sola tilde se hizo presente haciéndome soltar un hondo suspiro.
Refregué mi cara con ambas manos y finalmente me levanté de la cama. Me puse mis pantuflas para andar por la casa y al bajar me encontré con el living completamente en silencio y vacío tal cual me esperaba.
Agarré la pava que mi mamá utilizó antes de irse a trabajar y puse a hervir agua para desayunar, para luego apoyar mi espalda en el borde de la mesada y así hablarle a la mayor.
maa
ma lo viste a mateo?
Sii, yo no sabia que estaba en casa Kiki, no me dijiste!!
perdon, colgué
se fue ya?
Si, se levantó casi al mismo horario que yo y tomamos dos o tres mates juntos hasta que él se fue
Estaba bastante caído... sabes si le pasa algo?
Suspiré hondo y mordí con fuerza mi labio inferior entristecida por él.
Me limité a agradecerle por su respuesta y despreocupandola le dije que después hablaría con él, como si yo no supiera la cantidad de cosas que le suceden.
Apagué la hornalla del horno una vez que la pava hirvió y con las cosas del mate ya preparadas me fui a sentar a la mesa. También agarré un paquete de galletitas Ópera que había dejado mi hermanito en el desayuno y mientras me cebaba el primer mate de la mañana revisaba mis redes para así matar el tiempo.
Entré a Instagram y fueron varias las historias nuevas que tenía, pero solo una me llamó la atención; la de Mateo.
Al abrirla no lo pude controlar, mis ojos de un segundo a otro se cristalizaron y mis ganas de salir corriendo a abrazarlo para sanar ese dolor que siente, cada vez aumentan un poco más.
