capítulo cuarenta y seis.

5.1K 190 127
                                    

akiraconti vía Instagram story.

akiraconti vía Instagram story

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Akira

—¿Pensás hacer algo por tu vida o vas a quedarte ahí parado todo el día? —pregunté divertida mientras secaba mi rostro, luego de haberme cepillado los dientes y lavado la cara. Todo lo contrario a Mateo, quien entró al baño solo a hacerme compañía ya que amagó a bañarse y ni siquiera pudo despegar sus ojos.

Desde que comencé a prepararme, él quedó con su espalda apoyada en la pared y "descansando su ojos" tal cual me dijo la cantidad de veces que tuve que llamar su atención, porque me daba terror que se quedara dormido parado y terminemos todos en el hospital.

—Mateo, ni te pusiste la remera todavía. —bufé como si fuese una madre a las quejas con su hijo menor, pero no...ni él es mi hijo ni tampoco es un infante, pero parece serlo si hay que estarle atrás para que haga las cosas a estas horas de la mañana.

—¿Y si no voy? —preguntó cansado, abriendo sus ojos para mirarme un poquito achinado. Yo fruncí mi ceño desconfiada y me acerqué los poquitos metros de distancia que teníamos para pegarme a su cuerpo y así abrazarlo por la cintura.

—¿Qué te pasa? —pregunté preocupada para luego dejar un pequeño besito en su pecho.

Es raro, es raro que no quiera ir a ver a su papá con quien tienen tan buena relación, ¿por qué no querría? Además, siempre que va a visitarlo lo hace sin ninguna queja o pesadez, siempre es por desición propia y bastante contento.

—No me quiero alejar de vos. —confesó rodeándome entre sus brazos y así aferrándose más a su cuerpo.

Me derrite de amor cada segundo un poquito más, lo confirmo cada día.

—Re trolo, pero posta, ahora que estamos así me acostumbré un montón a tenerte todos los días conmigo. —agregó algo avergonzado y con lógica...desde que mi "casi relación" con Paulo terminó y quedamos bien nosotros en la casa de Valentín, llevamos ya una semana y media viéndonos seguido y la mayoría durmiendo juntos. Así sea unas horas de siesta o yo venir a quedarme a dormir a su casa, se nos hizo rutina.

—Te vas dos días, boludo, no seas trolo. —lo burlé en broma, solamente porque yo no soy tan demostrativa como lo es él y hasta cierto punto me empalaga tanto amor.

Somos dos polos opuestos...lo bueno es que se atraen, y creo que eso es lo que nos une.

—¿Y si venís con nosotros? —propuso despertandose de golpe. De un momento a otro se le ensanchó una sonrisa de oreja a oreja y sus ojos se abrieron como platos, ilusionado.

—¿Qué? No, ni en pedo Mateo. —me negué con seguridad, pero éste formó un comprador puchero en sus labios para convencerme.

Akira; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora