Akira; trueno.

capítulo sesenta y dos.

Akira.

—¡Hola, te extrañé, hola! —saludó el rubio abrazándome con tanta intensidad que me elevó del piso.

Yo reí levemente y consentí su abrazo con la misma fuerza.

—¿Cómo estás?¿Bien?Que linda estás. —habló emocionado y con tanta rapidez que me hizo reír.

—Todo bien, y...gracias. —contesté algo vergonzosa, simplemente porque aquél último comentario sonó medio raro, aunque lo tomaba con inocencia.

Él cerró la puerta por detrás de mi espalda y sin decir palabra alguna, me guió hasta su cocina para servirme un típico vaso de agua, sin nisiquiera preguntarme.

Siempre que venía a visitarlo, siempre le pedía un vaso de agua al llegar porque son tantas las cuadras de caminata que me dejan deshidratada, irónicamente hablando.

—Veo que seguís acordando que siempre necesito mi vaso de agua apenas llego. —conté nostalgica mientras reía, él sonrió mientras servía agua mineral en un vaso y asintió con su cabeza.

—Obvio que sí, todavía me acuerdo un montón de cosas tuyas. —contestó sonriendo levemente al mismo tiempo que guardaba la botella otra vez en la heladera.

Yo recibí el vaso con una sonrisa agradecida y aunque su comentario me incomodó un poco, decidí restarle importancia e ignorarlo.

—Elegí como tres pelis para que veamos hoy...—contó emocionado como si fuese un infante, y me contagió la sonrisa—Bah, si querés.

—Obvio, sí, le aviso a Mateo que llegué y miramos, ¿dale? —contesté sacando mi celular del bolsillo y él enseguida asintió con su cabeza para luego dirigirse al living a prender la televisión.

Yo desbloqueé mi celular y en cuanto entré a WhatsApp, enseguida abrí el chat con mi novio.

mateo🖤

  llegué bien :)

bueno amor todo
bien ahí?

sii, ahora vamos a
ver películas 😁

jajaj tas chiquita😟

te dejo tranq entoncess

cualquier cosita me
hablas ya sabes

sisisi tranqui

te amo bebé, nos vemos💘

te amooo
✓✓

—¡Dale, Kiki, apurá! —gritó el rubio impaciente mientras oía como comenzaba la película de fondo. Yo al instante guardé mi celular en el bolsillo y corrí al sillón para no perderme un solo segundo, aunque ni siquiera sabía cual era la película que había elegido.

—¿Cuál es? —pregunté sentándome a su lado, y él me hizo señas para que haga silencio de manera misteriosa.

Restándole importancia, me acomodé mejor a su lado y curiosa preste atención al inicio. No soy mucho de ver películas y probablemente me duerma a los diez minutos, pero al menos la intensión de pasar tiempo con él estuvo.

—Es una película romántica, Pau. —asumí frunciendo mi nariz con disgusto al ver el comienzo y al leer el título de la intro: "Tres metros sobre el cielo", película viejísima pero que nunca en mi vida vi simplemente porque no ne suelen gustar aquéllas películas cliché.