la familia ♡ daryl dixon ♡

♡ Lucille: El fin de una guerra ♡

*ADVERTENCIA DARYL HACIENDO lo QUE yo DESEARÍA ME HICIERA*

Intranquilidad.

Eso pasaba en mi cabeza por la mañana, cuando todos trabajaban reforzando Hilltop. Donde yo estaba sentada en el porche de la casa grande, sintiendo los rayos mañaneros del sol caer en mi cara. Sintiendo la ausencia de ese hijo mío que se había ido.

Intranquilidad, porque en mi corazón los planes de venganza se habían ido y regresé con la biblia de Hershel en mis manos, preguntándome cuando la solté. Estaba intranquila, porque sabía que Maggie necesitaba esta venganza, por todos los que murieron para llegar a este punto.

Glenn, Abraham, Denise, Sasha, Eric, Benjamin, la cordura de Morgan, la paz de Carol, la dignidad de Daryl. Personas que fueron asesinadas (física y mentalmente) a manos y órdenes de ese hombre que Carl llegó a entender.

No era justo para esas familias, no era justo para nuestra gente que sacrificó todo. Pero era verdad cuando prensaba, ¿Qué nos traerá esto?

Si perdemos estamos muertos y si ganamos, llegará otro, después otro y habrá más muertes, destrucción porque no aprendimos a perdonar.

El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.

Lucas 6:37

Abraham, quién perdonó a Eugene después de su mentira; Glenn que perdonó a Tara después de haber estado con El Gobernador; Carol, quién perdonó a Rick después de haber sido exiliada; Sasha, que me perdonó a mi, cuando su hermano falleció por mi culpa.

Rick se sentó a mi lado, mirando al frente con sus manos recargadas en sus rodillas levantadas, miramos a mis niños jugando con Michonne, después con sincronía miramos a Luna que estaba en mi regazo.

—¿Qué debo hacer? —susurró mirándola —He leído mi carta, pero no sé que hacer.

—No es justo para Maggie —murmuré, recargando mi cabeza en su hombro haciendo que él apoyara su mejilla en ella —Pero ya no quiero pelear.

—¿A pesar de todo? —preguntó, haciendo su voz gruesa al final, como si se hubiera tragado un sollozo.

—Hay cosas más fuertes para mí, Rick —contesté mirando los ojos grandes de mi pequeña, sonriendo con ella, mi amigo me miró fijamente —Lo que pasé en el Santuario no se compara a esto, perdimos a Carl. No quiero perder a otro hijo, no lo soportaría.

—Ni yo, lo pensaré —suspiró, volviéndose a recargar en mi —Hace mucho que no pedía tu opinión.

—Lo sé, me dejaste en el olvido —bromeé.

—No, no quería que me hicieras cambiar de opinión. Lo sueles lograr.

—Ya es un señor cuarentón, señor Grimes. Debería tomar sus propias decisiones —lo empujé, haciendo que sonriera de lado, pero su mirada cambió otra vez —Alcanzaré a Daryl.

 —Pensé que ya no querías pelear.

—No, no quiero. Pero irá por Eugene, no quiero que haga algo estúpido.

—Yo me quedaré aquí. Me toca cuidar de los chicos.

☆

Abrochaba mi cinturón mientras caminaba al buró de mi habitación. Peiné mis cabellos en una media coleta y abrí el cajón buscando una blusa para llevarme, por si tenía que dormir fuera o si algún accidente pasaba, cosas de madres. En cuanto la tomé miré una de las cartas de Carl al lado de un walkie-talkie. Mi cara cambió por completo.