♡ Norman, Felicity o el extraño ♡

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El tiempo pasaba de manera rápida, era como si la vida fuera una soga que se escapaba de mis manos sin poder ser retenida, lastimando mi piel que en este momento se comparaba con mi alma. Mis piernas temblorosas me llevaban a la casa de Andra que estaba al lado sur, a unas diez casas de donde nosotros estábamos. Había escuchado que Michonne había puesto guardia, los pasos de la gente corriendo a mi al rededor me estaba martillando el corazón.

Daryl estaba colgando su ballesta en la espalda, en su cara también se leía la preocupación por lo que pudo haber pasado en nuestros momentos de distracción. Sus pasos firmes sólo me contaban a mi el secreto de su desconcierto. Solamente yo era consciente del miedo que estaba saliendo de sus poros, un dolor que ya habíamos pasado antes.

Cuando llegamos a la casa de Andra no pude contener mis piernas y las dirigí con rapidez a su puerta, tocándola con fuerza, sintiendo mis nudillos latir por el dolor que la madera me provocaba. Cuando la puerta se abrió pudimos ver a la mamá de la chica, confundida y con visibles lágrimas en los ojos.

—Lo siento mucho, Felicity —logró decir cuando me metí sin esperar invitación —¿Felicity?

—¡Andra! —grité yendo a la cocina, pero no había nadie.

Caminé de regreso a la entrada en donde mi esposo y yo esperábamos la respuesta de la mujer que se había encargado de Andra desde que esta era una pequeñita. Con una mano en su pecho la mujer mayor apuntó a las escaleras, haciendo que Daryl corriera en ellas conmigo pisándole los talones. Si no gritaba estaba segura de que vomitaría toda la comida que había consumido.

Daryl abrió todas las puertas del pasillo hasta encontrarse con una puerta cerrada con candado. Me puse entre el cuerpo de mi esposo y esta para comenzar a golpearla con fuerza mientras gritaba el nombre de Andra y después de unos segundos esta fue abierta. No esperamos invitación para pasar, simplemente lo hicimos.

—¿Dónde está mi hijo, Andra? —exigí saber con mi voz quebrada.

—No lo sé, Feli. Él jamás me contaba nada, por eso nos distanciamos —explicó la chica dejándome confundida.

—Mi hijo vino a tu casa y después desapareció, ¿Qué puedo pensar con eso? —volví a preguntar, esta vez exaltada —¿Quién está vivo? ¿Rick? ¿Esto se trata de Rick?

Mi corazón se llenó de esperanza un momento, pensando que probablemente se debía a esto su desaparición repentina, el recuerdo de su cálido abrazo de hermano se hizo presente nuevamente, como hace tantos años atrás. Mi mano tembló al no saber por qué no contestaba nada. Si Rick estaba vivo y perdido por el bosque necesitaba correr junto a él. Mi mente divagó a la felicidad que Michonne y Judith sentirían.

—¿Hablas de Rick? —mi voz se hizo más grave.

La chica miró por encima de mi hombro, seguí su mirada donde estaba Daryl, la mamá de Andra y esta vez Michonne que se quedó helada al escuchar mi cuestionamiento.

—Andra, es importante que nos digas la verdad, cariño —indicó la madre dando un paso —Sé que quieres mucho a Norman y no lo quieres traicionar, pero esto puede costar muy caro.

Tras un suspiro, Andra por fin asintió con la cabeza. La miré con confusión y molestia, estábamos perdiendo el tiempo hasta que esta chica hablara: —La persona que Norman busca no es Rick. Señora, su hijo está buscando al asesino de Luna.

¿Qué? No supe si lo dije en voz alta o sólo lo pensé, pero pude sentir como mi alma abandonaba mi cuerpo. Quería pensar que era una broma de mal gusto, que estos chicos estaban aburridos en esta vida sin mucho que hacer y que me querían hacer sentir mal. Mil veces lo prefería.

la familia ♡ daryl dixon ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora