la familia ♡ daryl dixon ♡

♡ Carol ♡

—Está inconsciente —anunció Rick y junto a Shane le puso sus brazos sobre sus hombros.

Mi corazón latía a mil por hora. Sentía que me iba a desmayar en cualquer momento pero sabía que podía respirar tranquila por ahora. No me había quedado sin mi Daryl.

Andrea llegó corriendo, casi llorando.

—¿Está bien? —preguntó agitada, evitando contacto visual conmigo.

Dejé que alguien más respondiera, no porque estuviera enojada con ella (bueno, tal vez un poco lo esté) si no porque estaba realmente pensando en que hacía mi marido con orejas colgadas en el cuello.

Rick se las quitó antes de que Hershel se acercara más porque tal vez eso le molestaría al hombre de la casa.

—¿Esta no es la muñeca de Sophia? —preguntó T-dog haciéndonos voltear.

Sí era la muñeca de la niña.

Daryl estaba ya despierto, siendo cocido por Hershel. No dejó que le agarrara la mano frente a ellos.

Rick estaba mirando cuidadosamente a Hershel, como si cualquier movimiento brusco que hiciera fuera dañino para él.

—No pensé que usaríamos los antibióticos tan rápido —habló Hershel —¿Y mi caballo?

Daryl bufó.

—¿El que intentó matarme?

—Si me hubieras preguntado tal vez te hubiera dicho que le decimos Nerviosa.

Rick y Shane salieron del cuarto, dejándonos solos.

—Señor, Green —le tomé del brazo antes de que se fuera —Lamento mucho haberle quitado su tiempo.

Hershel asintió y se fue.

Me sentía mal, sentía que realmente ese hombre no nos quería ahí y menos por tal disparo que dió Andrea.

La puerta se abrió de golpe y de ahí entró Norman corriendo. Se subió a la cama y miró a su papá detenidamente.

—¿Te duele?

—No, ardilla. No mucho ya.

—Pensé que habías muerto —dijo —Mami estaba llorando.

Daryl md volteó a ver y soltó una sonrisa burlona.

—Mamá es una llorona. Cuando naciste tu lloró demasiado —contó

—¡Claro que lo hice! —resoplé —Estaba trayendo a un bebé de tres kilos y medio.

Daryl comenzó a reír y después volvió a su cara seria de siempre. Norman frunció el ceño y lo abrazó haciendo que soltara un quejido Daryl.

—Norman, ten cuidado —hablé

—Déjalo, no pasa nada.

Pude escuchar a Norman cuchichearle algo al oído y Daryl sólo movía la cabeza de arriba a bajo y sacaba una que otra sonrisa de lado. Era un bello momento.

Unas horas después estábamos cenando en la mesa de Hershel, el ambiente estaba completamente incómodo. Norman estaba sentado en mis piernas por falta de sillas. Estaba muy somnoliento, pero no me gsustaba que se fuera a la cama sin cenar. Y mientras pudiera darle comida aprovecharía la situación.

—¿Dormiremos con papá? —preguntó Norman.

—¿Quieres dormir con tu papá? —contestó Hershel haciendo que todos en la mesa voltearan a ver a mi hijo.

Norman se sonrojó hasta las orejas.

—Si me da permiso, señor. Es que a papá no le gusta dormir sin nosotros.