♡ Evolución ♡

3.1K 183 35
                                    

Me quejé con cansancio.

Los saltos de la cama me hicieron acurrucarme más entre las sábanas que me guardaban del fresco de la mañana. Podía sentir el sol colarse entre las cortinas y los llamados más dulces retumbaban mis oídos.

El abrazo de Daryl se intensificó, quejándose de igual manera en mi oído lo que me hizo sonreír. Me di la vuelta para que quedáramos frente a frente y me escondí en el hueco de su cuello.

—¡Mami! ¡Eso es trampa, miré que sonreíste! —exclamó mientras daba su último salto, cayendo sentada en medio de nuestros cuerpos —Andando.

—Cielo, mami está cansada —murmuré tratando de no reír.

Luna gateo hasta donde estaba, bajó un poco la sábana y me dio esa sonrisa tan bonita que tenía. La sonrisa con la que me hacía decirle que sí a todo.

—Luna —llamó su padre, ella se volteó hacia él rápidamente —Queremos dormir más.

—Papá —refunfuñó haciendo un marcado puchero —Ya salió el sol...

—Si, pero...

—Y dijiste que las princesas dormían y despertaban temprano.

—Yo no soy una princesa, hija —rodó los ojos.

—Pero eres el mejor papá de una.

Daryl se sonrojó un poco asintiendo con la cabeza, prometiéndole que en unos minutos estaríamos abajo. Su princesa consentida se emocionó mientras salía con rapidez de la cama.

Era la combinación de ambas familias, con sus ojos pequeños y azules, los cabellos cortos en resortes rizados que brincaban con cada paso que daba. Su sonrisa, con un hueco en sus dientes por los que habían caído. Una voz dulce, melodiosa. Toda una princesa.

En cuanto la puerta fue cerrada, Daryl se levantó poniéndose sobre mi con cuidado de no aplastarme y comenzó a repartir besos sobre mi cara hasta llegar lentamente a mis labios lo que me hizo reír. Seguí su beso gustosa, siendo esto mi parte favorita de las mañanas.

Después del accidente de Rick ambos nos adentramos al bosque, callados sin poder juntar las palabras que necesitábamos oír. Llegamos a un claro ambos suspiramos mirándonos fijamente, con el sonido de la explosión pitando todavía en nuestros oídos. Mis manos temblaban al igual que mis piernas, tenía un dolor irreparable en el pecho, donde mi corazón latía lentamente haciendo que pulso doliera.

—Rick tenía razón —me susurró, apretando sus labios al mencionarlo —Seré un idiota si no lucho por ti.

—Debemos hacer que esto funcione —le susurré, recuerdo ver como sus ojos azules me abrían las puertas —Juntos.

—Prometo que de ahora en adelantes te escucharé mejor, tomaré en cuenta tus sentimientos y no dejaré que los míos tomen control de mis acciones. Si tendremos un asunto lo arreglaremos juntos.

—Prometo lo mismo, Daryl —murmuré limpiando mis lágrimas —Te amo, Dixon. Nunca debes luchar por mi, porque siempre me tendrás.

Los besos de Daryl pararon en mi ceja, se separó un poco de mi, frunciendo el ceño ladeando su cabeza, haciéndome reír al instante. Levanté un poco mi cuerpo, para robarle un pequeño beso, cuando estuve satisfecha mi cabeza se volvió a pegar en la almohada.

—¿En qué piensas? —preguntó sonriendo.

—En nosotros, mi amor. En lo felices que somos —respondí, pero moví mi cabeza rápidamente, tratando de borrar el recuerdo de lo que nos hizo reconciliar, Rick —Te amo.

la familia ♡ daryl dixon ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora