la familia ♡ daryl dixon ♡

♡ Ellos, tu y yo ♡

El dolor de una madre siempre serían sus hijos. Estaba segura de eso desde que escuché el primer llanto de Norman o los primeros balbuceos por el frío de Luna. Lo supe cuando mi niño enfermó en prisión, cuando lo perdí por unos momentos. Mi cara demostraba mi angustia.

Buscamos en Alexandria por cada rincón pensando que tal vez ella pudo haber llegado escondida en las carretas de comida que llegaban a la comunidad, aunque mi corazón me decía que eso era imposible. Entonces decidí bajar a la celda de Negan.

Estaba sentado con sus manos cubriendo su cara, a pesar de haber escuchado la puerta siendo abierta no cambió su posición. Hasta que aclaré mi garganta, rápidamente se puso de pie caminando a las rejas, puso sus manos en ella con cara de pregunta.

—¿Te enteraste? —pregunté en un hilo de voz.

—Escuché algo, ¿alguna pista? —su voz era apresurada, un Negan bastante afligido.

—Por eso vine a ti, tu escuchas y te enteras de todo —murmuré mordiendo mi lengua para evitar soltar un sollozo, mis manos comenzaron a temblar cuando me crucé de brazos —Si sabes algo dímelo ahora, no puedo con esta angustia.

Dio un paso atrás tratando de hacer memoria, una lágrima cayó por mi mejilla. Todos los malos escenarios cruzaban por mi mente, pensar que necesitaba la ayuda de Negan tampoco ayudaba mucho.

—¿Cuándo es la feria? —preguntó.

—Empieza hoy...

—La escuché desde el invierno como hablaba de las ganas que tenía de ir —interrumpió acercándose otra vez, limpié la lágrima de mi mejilla —Debe estar ahí.

—Es verdad, debe estar allá. Conoce el camino seguro de El Reino, también confía de todos de Hilltop, se pudo haber ido con cualquiera —balbuceé tronando mis dedos.

Me di la vuelta para irme, ahora ya tenía al menos una pista para buscarla. Si se fue sola a El Reino al menos podría encontrarla por el camino, aunque realmente deseaba que estuviese con alguien conocido.

—Felicty —llamó cuando abrí la puerta de salida —Sabes lo importante que es Luna en mi vida desde que nació... mantenme informado.

Sonreí un poco sintiendo orgullo momentáneo por mi pequeña, ella entraba a la vida de alguien y la iluminaba en cada recuerdo. Asentí con la cabeza agradeciéndole otra vez. Salí cubriendo con mi mano el sol que golpeaba mi cara.

Daryl estaba sentado en una de las bancas moviendo su pie con impaciencia, desde donde estaba pude notar la cara de preocupación que también le invadía. Cuando notó que salí tomó su ballesta y comenzó a correr hacia mi, en cuanto llegó miró por sobre mi hombro.

—¿Qué hacías ahí? ¿Él le hizo algo? Lo voy a matar —gruñó intentando caminar.

—Daryl, no. Él no tiene nada que ver con Luna, cálmate —pedí suspirando —Sé que estás tan preocupado como yo pero debemos tranquilizarnos, pensar con la cabeza fría. No hasta que sepamos algo tomaremos acción. La encontraremos.

Mi marido con sus ojos tristes asintió mordiendo sus labios con dureza, acaricié su mejilla sabiendo que él estaba luchando para no llorar. Entendía el sentimiento por completo.

Norman llegó a nuestro lado, sus ojos verdes estaban inyectados en lágrimas, estaba segura de que ya no tenía uñas porque las mantenía en su boca mordiéndolas.

—¿Alguna idea, mamá? —preguntó con la voz temblorosa.

—Iremos al Reino —les avisé, poniendo mis manos en sus hombros —Estoy segura de que fue a la feria, o que está con alguien que ella confía... nuestra niña es lista.