Trampa Maldita (Suga - BTS)

1

Suga

Llegaba a la oficina de mi padre, en dónde mi hermano y mi papá ya estaban reunidos.
-¡Buenos días! - los saludé a ambos y me senté a un lado de mi hermano.
-¿Qué estabas haciendo? Te esperamos desde hace casi una hora. - mi papá me pasó una carpeta mientras hablaba.
-Estaba trabajando en la empresa, nos va muy bien y casi no tenemos tiempo para hacer algo más que trabajar.
-Eso en unos meses pasará. - dijo mi hermano sonriendo.
-Eso espero. - había comenzado una empresa hacía tres años, ahora estaba creciendo y mi esposa y yo estábamos ganando mucho dinero.
-Bueno hijos, los reuní hoy porque quiero dejarles saber que ya me voy a retirar.
-¡Vaya!
-Pero antes de que digan otra cosa, quiero dejarles saber una cosa.
-Dinos ya, papá. - mi hermano estaba ansioso.
-Todos mis bienes serán para un solo hijo. - en ese momento sonreí, yo era el mayor, todo iba a ser para mi esposa y para mí - El primero en darme un nieto será el que reciba todo lo que he creado hasta ahora.
-¿Qué? Papá, ni siquiera me he casado. - mi hermano se puso tenso.
-¿Por qué haces esto? Lo puedes dividir todo en partes iguales. - protesté. Llevaba cinco años junto a mi esposa y no teníamos hijos por alguna razón, la cual antes no nos preocupaba.
-Ya he hablado, el primero que me traiga un nieto o nieta, ese será el próximo dueño de mi empresa.

Mi hermano y yo nos quedamos sorprendidos por como mi padre decidió dejar sus bienes. Para mí era una gran sorpresa, ya que esperaba tener todo por ser el hijo mayor y claro, por ser el único casado hasta el momento, ya que mi hermano no quería casarse con su novia de tantos años.
El tener que traer al mundo un hijo para ser heredero no me quedaba claro, ¿Por qué un hijo garantizar mi futuro?

En la cena de esa noche, mi esposa y yo nos sentamos a cenar y a celebrar que nuestra empresa iba muy bien, fue en esa paz mientras cenaba junto a ella que decidí contarle lo que mi padre nos dijo ese día en la reunión.
-¿Por qué hay que darle un nieto? No lo comprendo.
-No lo sé, pero creo que no voy a ser yo el que obtenga la empresa.
-¿Por qué no? Podemos tener hijos, o bueno, eso es lo que creo.
-Llevamos cinco años juntos y nunca has quedado embarazada.
-Bueno, es que me he estado cuidando con pastillas.
-Si es así, podemos tenerlo, así ganaremos la competencia en contra de mi hermano, también haremos que nuestra empresa adquiera más clientes, ya que el prestigio de la empresa de mi padre también alcanzará la nuestra.
-Me encanta la idea, mi amor. - Mirna me abrazó.

Mis planes eran a corto plazo, al menos uno o dos meses más, pero todo nos salió muy mal.
En un mes mi hermano se casó con la chica que fue su novia por muchos años, esta de inmediato quedó embarazada, nos dió la noticia a un mes de su boda.
Mi esposa no lograba quedar embarazada, fuimos a varios doctores, pero nada podíamos hacer, no había nada mal en ella ni en mí, solo teníamos que esperar que el tiempo nos premiara con un hijo.

Tres meses después, Mirna se sentó a mi lado con un copa de vino y me dijo lo siguiente:
-¿Qué te parece adoptar? - me quedé callado, ¿Para qué adoptar? Mi hermano ya tendría un hijo - Sé que tu hermano y su esposa llevan un embarazo de dos meses, pero la adopción puede tardar menos y así ser tú el ganador.
-¿Crees que con eso ganaremos? Papá es muy estricto.
-No lo sé, solo vayamos y adoptemos un niño, luego vayamos con tu padre para que lo conozca.
-Vayamos entonces.

La adopción nunca fue considerada por mí, por esa razón no sabía cómo se iba a llevar a cabo el proceso.
El día que llegamos al centro de adopción, una mujer mayor nos llamó la atención, nos tomó la información, nuestra dirección y nos preguntó por nuestros trabajos, lo cual no fue problema, éramos empresarios, podíamos mantener al niño sin preocupaciones.
-Bien, ya tenemos parte del registro para saber si pueden adoptar o no, un trabajador social luego irá a verlos para una investigación, debemos ver su casa y hablar con sus vecinos antes de poder darle una respuesta.
-¿Cuánto tiempo puede durar esto? - Mirna fue directo al grano.
-Puede durar de seis meses a cinco años.
-¿Cinco años? Es mucho tiempo.
-¿Pensaba que la adopción sería de inmediata? - asentí - Pues no es así.
-¿Y si pagamos? Lo que usted quiera. - mi esposa colocó dos mil dólares sobre el escritorio de la mujer - Puedo darle lo que usted pida si hace que ese pequeño llegué a mi casa en menos de siete meses.
-Puedo hacerlo en dos meses, es lo menos, pero les va a costar ocho mil dólares más. - la mujer guardó el dinero en una gaveta.
-Bien, vayan a la casa, hagan los trámites y cuando tengan al niño listo, tu dinero estará aquí. - Mirna se levantó de su silla.
-Disculpen, con la rapidez del proceso solo pueden adoptar a un niño o niña de mayor edad.
-Lo que sea. - dije levantándome también de mi silla.
-Bien, entonces tendrán lo que desean en muy poco tiempo.

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