CAPÍTULO 9

2.4K 347 62
                                    

Bela Solovieva

—Sabes, Gurit es demasiado valiente como para decirle eso al maestro, ¡¿viste su cara?!

Huyk y yo no paramos de reír mientras hablamos sobre algo sucedido en nuestra clase el día de hoy. Sostenía su brazo mientras él recostaba su cuerpo levemente a mi costado.

Cuando llegamos al estacionamiento, sabemos que llegó el momento de despedirnos.

—¿No va a venir tu novio por ti? —preguntó con diversión, golpeé su hombro—. Auch, salvaje.

—No, está demasiado ocupado limpiando la ciudad. Creo que voy a aprovechar y me iré caminando, aún no anochece del todo. ¿Vas conmigo?

—Mmm, hoy no. Estoy muy cansado, prefiero ir a casa a dormir. —confesó mientras me regalaba una sonrisa.

—Uhm, aguafiestas. —reí—. Bueno, entonces me iré, no quiero que se haga más tarde. Adiós. —lo abracé y luego empecé a caminar.

—Adiós. Avisa cuando llegues, no saques el teléfono en la calle y sobre todo; no te ligues con extraños, amadora unilateral. —me giré fingiendo enojo, Hyuk hizo un gesto de arrepentimiento y ambos reímos.

◇◇◇

Tarareaba una melodía desconocida mientras caminaba por las casi desiertas calles rusas, debía llegar hasta la parada de autobuses porque el departamento de Vladimir no se encontraba tan cerca de la universidad. Mientras caminaba concentrada en no pisar las líneas en la acera, sentí como si alguien más me estuviera siguiendo, al girarme, no vi nada.

Seguí caminando y los pasos se escucharon aún más cerca, cerca de donde estaba había un callejón, tendría que pasarlo velozmente para evitar una tragedia, así que aumenté el paso y el sujeto detrás mío, también lo hizo.

De un momento a otro, unas manos taparon mi boca y fui arrastrada con fuerza hasta el callejón, mi cuerpo chocó contra la fría y sucia pared. Mi pecho subía y bajaba, mis ojos cerrados apretados con fuerza. El peso de aquel sujeto contra el mío.

Nada pasó.

Abrí los ojos con lentitud, solo un poco de luz adornaba el espacio, pero aún en un lugar como este, podría distinguirlo. Maksim aún no soltaba mi boca pero al ver que no intentaba huir, lo hizo.

—¿Qué mierda t-

—Shh. —ordenó—. Te están siguiendo. —no entendía nada.

—¿Qui-

Sus labios se estamparon contra los míos y me besaron sin más, quedé petrificada sin saber por qué, hasta que por el rabillo del ojo capté a una persona a las afueras del callejón, como si buscara a alguien. La mano de Maksim volteó mi rostro obligándome a seguirle el beso. Las mariposas que pensaba muertas, empezaron a revolotear. Aún besándome, giró su rostro al lugar al que yo había estado mirando y de un golpe, se separó de mí.

Mi rostro estaba pálido.

—Ya se fue. —expresó, con mucha tranquilidad. Mi gesto furioso no dejaba de mirarlo.

—¡¿Qué mierda te pasa?! —edtaba furiosa.

—Pero, ¿de qué hablas? —lucía perdido.

—¿Que de qué hablo? ¡De lo que acabas de hacer! No puedes andar besando a la gente sin su permiso, yo tengo nov-

—En primer lugar, —me interrumpió—. Ese beso fue solo para despistarlo, no busques significados donde no los hay. —espetó sin ningún filtro—. Y segundo, ¿de qué novio hablas? ¿Del mismo que desconfía tanto de ti que tuvo que contratar a alguien para que te espíe?

Wet dreamZ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora