La universidad siempre me pareció un lugar bastante difícil al cual sobrevivir, pero nunca imaginé llegar a este punto.
Mi nombre es Bela Solovieva, y no sé qué harían ustedes pero yo acabo de descubrir que la vida universitaria es peor de lo que yo esperaba. Nací en Tomsk, Rusia, pero inmediatamente cumplí los 13 años, mis padres decidieron enviarme a una escuela en Moscú. Aún siendo una familia de escasos recursos, mis padres se esforzaron totalmente por darme una vida digna y permitir que tuviera la educación adecuada. Gracias a que siempre fui estudiante destacada, gané una beca con la que pude seguir mis estudios básicos en Moscú sin ninguna preocupación.
No fue hasta cumplidos los 16, y finalizando mis estudios básicos, que las cosas se salieron de control.
Entre la crisis laboral y el narcotráfico que se encontraba liderando la nación en aquel momento, mis padres perdieron el empleo y tuvimos que mudarnos a un lugar aún más barato que en el que ya vivíamos. Tuve que posponer mis planes de entrar a la universidad y buscar un trabajo de medio tiempo en lo que mis padres lograban estabilizarse. Cuando todo se creía perdido, hubo una esperanza. Ambos fueron aceptados para trabajar en una cafetería en el centro de la ciudad, aquella tarde que recibieron la llamada lloramos y festejamos con jugo de naranja.
Al día siguiente ambos salieron de casa temprano en la tarde para presentarse en la oficina, aquel día emocionada falté al trabajo y me dispuse a realizar una cena con lo poco que teníamos en la alacena para festejar su logro al regresar.
Pero esa noche, ellos nunca volvieron.
Pasados dos días de llanto y desolación, tuve que acudir a la policía para ver el vídeo de seguridad de las calles, específicamente; las de la cafetería. En aquella cafetería justamente en ese momento, se iba a realizar un negocio de intercambio de armas, algo salió mal y todos empezaron a disparar. A mi madre le dispararon directo en la cabeza y a mi padre, en el corazón.
Ni siquiera tuve tiempo para vivir mi duelo, pues tuve que salir a buscar otro trabajo para poder costear los gastos fúnebres, y los de la casa. En ese momento, supe que mi vida ya no sería ni la mitad de lo que yo esperaba.
Pero todo cambia, y nos puede sorprender.
Dos meses después y pudiendo tomar un descanso entre mis trabajos, me dirigí a la universidad estatal de Moscú a retirar mi solicitud de ingreso, la cual ya no podría pagar ni haciendo magia. Sin embargo, ese día, lo conocí.
Fredek Komarov, el típico chico malo y con facha de drogadicto con el que juras nunca estar pero al final terminas cayendo. No sé cómo sucedió todo, pero un mes después, estábamos saliendo.
Fredek se ocupaba de todos los gastos incluso sin pedírselo, era gentil (dentro de lo que podía), me cuidaba y en temas de sexo, aunque no siempre era lo mejor, pues era bastante bueno a pesar de todo. Su único defecto era la capacidad que tenía para desaparecer inmediatamente sonara su teléfono. Aunque nunca habla de su familia (porque según ha dicho, sus padres han muerto igual que los míos) dice que todo su dinero es de herencia y que tuvo la suerte de invertirlo en el negocio correcto. Luego de 4 meses de relación y un poco más de confianza, me pidió dejar mis trabajos pues según él gracias a ellos no tenía tiempo para verlo. En aquel momento, y guardando mi vergüenza, decidí contarle que no podía por mi situación económica. Y sí, todo volvió a cambiar.
Me ayudó a mudarme a un mejor lugar en el centro de la ciudad y me acompañó tanto a renunciar a uno de mis trabajos como a regresar mi solicitud de la universidad. La cual, gracias al cielo, fue aceptada. Nuestra relación se volvió más íntima y nuestro noviazgo se volvió más serio.
Pero, aunque ya llevamos un año de relación, me da vergüenza decir que presiento que no conozco a mi novio como pensé que lo hacía.
Y sí, otra vez, las cosas seguirán cambiando.
ESTÁS LEYENDO
Wet dreamZ [COMPLETA]
Teen FictionBela Solovieva ha vivido una vida normal para una chica de su edad, o eso era lo que todos pensaban. A los 17 años y sin ninguna experiencia en el amor, conoce a Fredek, de quien ella creía se encontraba totalmente enamorada. Todo marchaba de maravi...