CAPÍTULO 40

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CAPÍTULOS FINALES

Maksim Vólkov:

La llegada de la luz solar daba claridad al camino que recorríamos, el vehículo se desliza por la carretera con mucha facilidad, llevándonos en dirección al lugar correcto. Alexei conducía mientras que Vladimir y yo nos encargamos de preparar las armas.

—¿Estás seguro de que estarán en aquel lugar?

Preguntó Vladimir. Era un hombre bastante perfeccionista a quien no le agradaba la idea de cometer errores.

—Lamentablemente para mi padre, lo conozco demasiado bien. —afirmo.

—¿Crees que él...

—¿Quiere hacerle lo mismo que le hizo a Elenne? Eso es seguro. No es muy creativo. —respondí a su inquietud con mucha tranquilidad.

Alexei nos miraba a través del espejo retrovisor.

—¿Cuántos hombres crees que tenga esperándonos? —comentó.

—Los suficientes como para asesinarnos con una sola bala. —le puse el seguro al arma y se la pasé a Vladimir—. ¿De dónde conseguiste granadas? —revisé el maletín negro sin realmente saber de dónde las había sacado.

—¿Me preguntas a mí? Tú eres el que trafica. —se defendió—. Con razón tu padre te quiere matar, ni siquiera sabes lo que vendes.

—Alexei, haznos un favor y cállate. —propuso Záitsev—. ¿Cómo entraremos Vólkov?

—Tengo un plan. —comenté—. Alexei, ¿recuerdas el camino secreto? —me reí, Alexei hizo todo lo contrario. Esto se iba a poner bueno.

—No estarás pensando en...

—Oh, sí lo hago. —respondí con bastante diversión. Me incliné hacia adelante y presioné el pequeño botón, la pequeña ventana del techo siendo abierta—. Záitsev, demuestra qué tan buen policía eres.

◇◇◇

Bela Solovieva:

La incómoda venda que cubría mis ojos fue retirada con brusquedad. Los cerré, incomoda por la falta de luz durante todo este tiempo pues dolían al contacto. Lentamente volví a abrirlos al tiempo que empezaron a vagar por todo el lugar. Intenté moverme pero me fue imposible pues mis manos y pies se encontraban atados sobre la silla en la cual estaba sentada. Aunque el lugar estaba vacío, pude reconocerlo de inmediato. Era el almacén al que Maksim me había traído anteriormente.

—Por fin despertaste. —una voz hizo acto de presencia. Frente a mí, se acercaba un señor bastante mayor, su aura infundiendo terror al ambiente.

—¿Q-quién es usted? ¡¿Qué mierda hago aquí?! —una sonrisa apareció en sus labios.

—Eres la primera mujer con carácter que le conozco a Maksim, ya entiendo por qué está tan enganchado contigo. —mi rostro expresaba confusión—. Oh, qué grosero de mi parte. Supongo que Maksim no te ha hablado sobre mí, pero ya que estamos conviviendo voy a aprovechar la ocasión. Yo soy Dieret Vólkov, el padre de Maksim y dueño de todo esto. Bienvenida a mi juego, Bela.

Wet dreamZ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora