CAPÍTULO 4

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Meses atrás...

Maksim Vólkov:

Desde el día del juicio, fui trasladado a la cárcel asignada, el primer día fui metido en una sucia celda de mala muerte, pero al segundo, gracias a mis influencias y poder, fui trasladado a una gran celda que asimilaba a una suite dentro de este lugar. Nadie se metía conmigo, si en el negocio me odiaban por asesinar a mi propio padre, aquí me amaban por lo mismo. Contaba con mucha seguridad y contactos, pues muchos de mis hombres se encontraban aquí. Sentado sobre un viejo sofá que me fue traído, miraba fijamente el sobre que me había llegado hace unos días y que no había tenido la voluntad de abrir. La palabra "anónimo" destacando en color negro sobre el mismo. Luchando contra lo que sea que pudiese contener, lo abrí. Al sacar el contenido de él, mi mano tembló, mi pulso se detuvo, mi corazón dolía. Eran varias fotos, de Vladimir... Y Bela.

Saliendo del hospital, abrazándose... y la que más me dolió, se estaban dando un beso. Me sentía mal conmigo mismo, porque yo mismo le pedí que lo hiciera, pero, ¿cómo hago para que no duela al ver a la mujer que amo junto a otro hombre?

Aún recuerdo ese día en que la llamé, sonaba tan feliz, lloré al imaginar su cara de felicidad en ese momento. Qué no hubiese dado por verla, darle un abrazo y pedirle perdón, decirle cuánto sentía no haberla podido cuidar. Pero en lugar de eso, le dije que todo era un juego y que solo la estaba usando. Cuando empezó a llorar, quise soltar toda aquella mentira, pero eso solo iba a ser dañino para ella, debía alejarla de este mundo que la había consumido.

Sin poder contener la rabia, rompí todas las fotos, tiré la mesa frente a mí mientras el sonido de los cristales rotos invadía el lugar. Lancé y rompí todo lo que estuviera a mi paso. Mi cuerpo cayó colapsado, las lágrimas no se hicieron esperar.

Era así como se sentía, tener un corazón roto.

◇◇◇

Había pasado un mes desde que recibí aquel paquete de anónimo. He tratado de no pensar en ello y ocuparme de lo que realmente vine a hacer en la cárcel: Terminar con los socios de la red de trata de blancas de mi padre. Aquí era el único lugar donde realmente podía conseguir información de calidad. Algunos de mis hombres me traían información de fuera y yo la compenetraba con la que conseguía en esta prisión. Además, y para disipar mi ira, empecé a participar en peleas clandestinas dentro de la cárcel, y con presidiarios de otras cárceles del país, que eran traídos exclusivamente para eso.

Mi vida se había vuelto todo lo que mi padre hubiese deseado de ella. Un ser temible y odiado por todos, pero tan respetado que nadie se atrevería a decir ni una palabra contra él sobre ninguna circunstancia. El gobierno y la sociedad pensaba que Pravitel'stvo se encontraba destruida, cuando la única verdad era que el negocio estaba en su mejor momento, pero Pravitel'stvo se mantendría en bajo perfil por un tiempo. Sería un poco ilógico que el jefe de la mafia esté detenido y que el negocio siga a flor de piel. Hay que engañar al enemigo, para poder sorprenderlo.

Wet dreamZ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora