CAPÍTULO 7

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Bela Solovieva

A medida que pasan los días, la etapa de luna de miel en las relaciones llega a su fin. A pesar de este ser el departamento de Vladimir, la oficina ha adquirido la posición de su hogar en las últimas semanas. No lo culpo, estoy consciente de todo lo que ha tenido que pasar desde que fue ascendido, puesto a que aquello vino junto a una gran oleada de crímenes en Rusia, muchísimos más de los que habitualmente sucedían.

Me encuentro en la pequeña sala realizando una maqueta de la universidad, cuando escucho el sonido de la puerta siento abierta, me extraño. Lentamente me pongo de pie mientras sostengo el cúter con fuerza, siendo mi única arma de defensa. Cuando la puerta cede completamente, puedo respirar.

—Hola, pensé en avisarte pero preferí sorprenderte. Traje comi... —su voz se volvió leve cuando vio lo que sostenía en mi mano y luego, me regaló una pequeña sonrisa—. Es bueno que estés tan alerta. Pero de igual forma, no voy a dejar que nadie te haga daño.

Vladimir entró completamente a casa y cerró la puerta detrás de él. Las bolsas de comida fueron a parar en la mesada de la cocina. Coloqué el cúter sobre la mesa mientras veía cómo sacaba todo el contenido de las bolsas.

—Bela, no sé si te gustan estas cosas pero supongo q-

Se exaltó al momento en que mis brazos rodearon su cuerpo desde detrás de él. Mi cabeza descansaba sobre su espalda.

—Te extrañé.

Mi confesión fue tan sincera que por primera vez, no sentí necesidad de forzar las palabras. Realmente lo había extrañado. Segundos bastaron para que se diera la vuelta entre mis brazos, haciendo del gesto algo más íntimo. Sus brazos sobre mi pequeño cuerpo sosteniéndolo con fuerza.

—Yo también te extrañé.

◇◇◇

Comimos entre risas, caricias y anécdotas sobre nuestro día. El cansancio en su rostro era evidente, pero aún así fingía que todo estaba bien. Al terminar de comer y aunque le pedí varias veces que no lo hiciera y descansara, me ayudó a terminar con mi maqueta.

Pasaron unas dos horas aproximadamente desde que habíamos iniciado, estaba tan concentrada que siquiera me había dado cuenta de que Vladimir se había dormido mientras cortaba uno de los papeles. La imagen frente a mí era hermosa. Con delicadeza, retiré la maqueta de la mesa y la llevé hasta un lugar seguro, donde no pudiera pasarle nada hasta que tuviera que llevarla a la universidad.

Cuando por fin encontré un lugar en donde ponerla, regresé a la sala por Vladimir, mi sorpresa fue al verlo totalmente despierto arreglando su ropa.

—¿A dónde vas? —pregunté. Se exaltó un poco por mi repentina intromisión.

—Debo volver al trabajo. Necesito ir a revisar unas pruebas, ir a una reunión. —su voz se cortó debido al cansancio. Me miró triste—. Pensé que iba a poder pasar el día contigo.

—Está bien. Yo entiendo. —aunque realmente lo hacía, también me hubiese gustado pasar más tiempo con él, como no lo hacíamos desde hace bastante tiempo—. Oh, ya que vas a salir, ¿Puedes llevarme a un lugar?

—¿A dónde quieres ir cariño? —pensé un momento antes de dar la respuesta.

—Yo... necesito ir al viejo departamento. Dejé algunos de mis trabajos de la universidad allí y necesito recuperarlos. —esperaba un gesto de decepción, odio o tristeza. Tal vez una negación. Pero lo único que obtuve fue una pequeña sonrisa.

Wet dreamZ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora