Prólogo

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"—Y le dieron al demonio una razón para aferrarse al ángel"

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"Y le dieron al demonio una razón para aferrarse al ángel". —Volker Diekmann.

La Organización Mundial de Policía Criminal o mejor conocida como OMPC nunca se da por vencida cuando de atrapar criminales se trata, las misiones en las que se ven implicados deben cerrarse sí o sí.

La OMPC es una organización mundial de policía criminal, con miles de agentes, detectives y comandantes marchando en sus filas, todos con el mismo chip implementado: "Hacer el bien es hacer justicia."

Dakota Kingston siempre ha tenido en claro su objetivo, siempre se ha regido por aquellas reglas que siempre habían sido impuestas en su vida, mismas reglas que hoy en día la habían colocado como una de las mejores agentes de la OMPC. Obstinada, valiente, tenaz y comprometida, sabe lo que debe hacer y sabe que hacer el bien es la prioridad que en su vida debe tener, pero, ¿qué tan rápido pueden romperse, doblegarse y olvidarse las reglas que han regido toda su vida?

Volker Diekmann, el empresario más importante, millonario y cotizado de Miami, mismo empresario al que la OMPC tendrá en la mira, mismo empresario al que Dakota deberá mantener vigilado, mismo empresario que la hará sucumbir en deseos y oscuros secretos, mismo empresario o ¿criminal? que la hará romper aquellas reglas que por años han regido a su alrededor.

Los secretos y las mentiras tienen el poder de hacernos caer en un pozo, la lujuria y el deseo tienen el poder de hacernos doblegar ante las más inesperadas personas y el amor tiene el poder de cambiar los ideales que solemos tener. Ella lo comprobó, ella cayó en las redes de Volker Diekmann, el demonio con cara de ángel, el egocéntrico hombre que ha llegado a demostrar que no todos tienen la capacidad de amar, ella lo comprobó al enamorarse del Criminal.

"—Te odio.

Sonríe engreídamente, aquella sonrisa pintada en su rostro es la misma sonrisa que lo hace ver tan sombrío pero atractivo a la vez.

—No, no me odias, Dakota— se acerca y en menos de tres pasos ya está frente a mí—, esto es solo el reflejo de lo mucho que te odias a ti por no poder odiarme a mí.

Se inclina dejando un roce en mi comisura con sus labios.

—Te odias por amarme, schatz."

CRIMINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora