"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades."
Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...
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—Pues puede que sea sospechoso —miro a Evelyn a mi lado—, pero eso no quita el hecho de que esté bueno.
—Volker Diekmann —habla ahora Kim Carter, otra de mis compañeras—, yo sí le daría y no consejos precisamente.
—Yo dejaría que él me diera a mí —es Ella Collins quien agrega—, es imposible negarse.
—¿Están escuchándose? —pregunto yo dejando mi manzana a un lado.
—Por favor, Dakota —suelta mi mejor amiga, Evelyn—, ¿estás escuchándote tú? —pregunta—. ¿Cómo es posible que puedas no aceptar que este hombre es un completo papucho?
Ruedo los ojos, las chicas y yo estamos en la biblioteca de la central, el detective Davis nos había ordenado que investigáramos sobre aquel famoso empresario de apellido Diekmann.
—Es sospechoso de varios crímenes y delitos —mira a mis amigas y compañeras—, no deberían de estar mirándolo con lujuria cuando posiblemente sea un criminal.
—Pero aún no es declarado culpable —suelta Ella señalándome con el folder en su mano— y todos son inocentes hasta demostrarse lo contrario.
—Eso quiere decir que estamos chuleando a un empresario simplemente —agrega Kim.
Solo niego con lentitud y regreso la vista a la portátil frente a mí continuando con mi investigación.
—¿Han encontrado algo? —otro de mis compañeros: Justin Hall, entra a la biblioteca—, el detective Davis ha solicitado información ya.
—No hay nada —responde Ella, miro a cada una, al igual que ellas no encontré nada relevante.
—Solo está lo que ya sabemos —hablo yo—. Volker Diekmann, heredó las empresas y fortuna de su padre, Donovan Diekmann, veintinueve años, se hizo cargo de la fortuna Diekmann desde los veintitrés y es actualmente el empresario más solicitado y millonario de Miami.
Estoy a punto de continuar pero todos guardamos silencio y nos ponemos de pie inmediatamente mientras optamos por nuestra postura en descanso.
—Repítelo, Kingston —el detective Davis ordena llegando junto al resto de nuestros compañeros quienes de inmediato se colocan junto al resto del escuadrón.
—Diekmann Volker —comienzo—, veintinueve años, heredero de Donovan Diekmann quien falleció en 2015, dirige las empresas hoteleras de su padre desde los veintitrés hasta la fecha.
Respondo sin dejar mi postura firme a un lado y mostrando el respeto hacia mi superior.
—Solicito permiso para hablar, detective Davis —Arthur Ellis, otro de mis compañeros habla.
—Adelante, Ellis.
—Encontré también que el señor Diekmann dirige la empresa de yates y barcos de Miami —comienza— la información bancaria no mostró ningún tipo de anormalidad.
