Dakota.
Bajo de mi auto con William, mis ojos van hasta el Ferrari de Owen que se estaciona de la misma manera, de este bajan dos personas: Evelyn y Owen.
Salimos de la central, hemos llegado a un restaurante para comer.
—¿Por qué no quieres comer en la central? —pregunta Eve a mi lado una vez que llegamos a la puerta del restaurante.
—Se me antojaba algo diferente hoy —respondo. Eleva una ceja pero solo seguimos nuestro camino.
Estamos a punto de entrar pero me detengo cuando mi celular en el bolsillo de mi pantalón táctico comienza a resonar. Tomo este y lo saco de mi bolsillo mientras respondo la llamada y llevo el aparato a mi oreja.
—Hol... —mi saludo es interrumpido por la voz de la persona del otro lado.
—Están atacándonos —la voz de Yerik está agitada mientras habla con desesperación.
—¿Qué? —pregunto mientras mis pies se postran firmes en el piso deteniendo mis pasos. Mi cabeza comienza a repetir sus palabras pero solo intento que esto se trate de una broma.
—Que necesito ayuda acá —suelta con aún más desespero—. Borka está en Miami, está atacándonos.
La mención del búlgaro altera de inmediato mi sistema, pero todo termina de irse a la mierda en el momento que un montón de disparos se escuchan de su lado, un par de golpes resuenan de la misma manera y finalmente la llamada termina dejándome aún en shock.
El sonido de los disparos siguen resonando en mi cabeza.
—¡Yerik! —grito pero es en vano ya que la línea no emite ninguna respuesta. La llamada ha terminado y lo último que se han escuchado son disparos.
Mi corazón se acelera mientras intento contactarlo de nuevo pero no responde.
—¿Qué pasa? —Evelyn pregunta, mis manos temblorosas intentan marcar de igual manera el número de Oliver y de Volker pero ninguno da respuesta.
Mi respiración se acelera de solo pensar que pueden herirlo de nuevo y sin esperar más comienzo a caminar hacia mi auto de regreso.
—¡Dakota! —la voz de Owen resuena ahora.
Sigo llamando a aquellos tres números pero no hay respuesta haciéndome maldecir.
Levanto la mirada de mi celular cuando un montón de camionetas blindadas pasan por la calle a toda velocidad y eso es la última señal que necesitaba para saber que algo no está bien.
—Están atacando a Volker —suelto mirando a las tres personas que venían conmigo—. Necesito ir con él.
Intento subir a mi auto pero William lo impide.
—Voy contigo —habla y solo asiento con frenesí.
Gritos y disparos comienzan a escucharse a la distancia, vemos como algunas personas comienzan a correr tal como si estuvieran huyendo de algo y eso me hace saber que todo este maldito show está llevándose a cabo en la empresa Diekmann.
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CRIMINAL
Random"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades." Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...