Capítulo 16

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Volker

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Volker.

Solo miro las cámaras de seguridad, mis ojos no se despegan de la pantalla en donde se proyecta todo del hotel, mis ojos no se despegan específicamente de la entrada del hotel.

—¿Nos vamos? —Yerik a mis espaldas pregunta.

No respondo y solo doy vuelta después de dejar mi vaso con whisky sobre la mesa, arreglo mi saco y camino con dirección al elevador en donde presiono el botón que llama a este.

Sigo molesto con Yerik y Oliver, creen que ambos pueden elegir sobre mi vida pero lo único que hacen es tomar decisiones estúpidas.

No puedo concentrarme en nada que no sea el dolor que mi polla emana, duele como la mierda desde que la perra de Ariana jugó a excitarme, medio montarme y dejarme sin un puto orgasmo.

Yerik y yo subimos al elevador, presiono el botón de recepción y la caja de metal comienza a moverse una vez que las puertas se cierran, cuando menos lo veo venir ya estamos en la recepción del hotel, las puertas se abren y salgo de esta con el ruso siguiéndome.

Sé lo que haremos y a dónde iremos así que solo camino de largo hasta la salida del hotel en donde salgo de este, camino de inmediato hasta donde se encuentra el chofer que Oliver contrata solo para estas ocasiones, este señor abre la puerta del auto y me monto al igual que Yerik.

—¿Sabes lo que dirás? —pregunta el rubio a mi lado, no dejo de mirar por la ventana.

—¿Qué no planeaba entregarle a mi guardaespaldas pero que Oliver y tú lo han hecho? —lo miro y solo rueda los ojos—, ¿o que Ariana Foster en estos momentos está a su merced y que es él quien debe atraparla?

—Sabes que Oliver y yo solo pensamos en ti —defiende y soy yo quien rueda los ojos ahora.

—Nunca les he pedido que lo hagan —respondo molesto—, es mi puta vida, yo decido a quien me follo y a quien no —continúo—, yo decido en que coño meto mi verga así como decido si quiero declararle la guerra o no a Borka Velikov por una estúpida guardaespaldas.

—¡Es un puto mafioso! —grita Yerik de la misma manera que yo—, ¡hablas como si estuvieses tratando con un idiota que solo quiere joderte, pero no, no es así, hablas de Borka Velikov, un puto mafioso que va a matarte en cuanto tenga la jodida oportunidad! —una vena salta en su sien—, ¡¿eso quieres?!

Aprieto mi mandíbula al igual que mis puños, ahorro mis palabras y solo saco mi celular ignorándolo, él y Oliver pueden joderse entre ellos mismos que yo ya no quiero seguir en su estúpido juego.

Guardo mi celular cuando termino de revisar mis pendientes y después de unos minutos el chofer se detiene finalmente en nuestro destino.

Solo bajo del auto sin esperar siquiera que el chofer abra la puerta, mis ojos van de inmediato hasta la entrada del casino de Borka aquí en Moscú, Yerik llega a mi lado y sin que alguno de los dos tenga algo por decir comenzamos a caminar con dirección a esta.

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