Narrador omnisciente.
Flashback.
21 años atrás.
Miami.
La mujer de cabellera castaña mira a la bebé en sus brazos, sus ojos brillan tenuemente ante la pequeña castaña que abre de manera lenta sus ojos dejando ver unos hermosos ojos verde miel.
—Bebé —habla la niña de dos años que se acerca corriendo sosteniendo una muñeca en sus manos.
Los ojos verdes de Dakota Kingston se posan en su pequeña hermana que reposa en los brazos de Raven Blakely, su madre.
—Hola, cariño —mira a la pequeña que porta un uniforme táctico, sonríe mientras niega al mismo tiempo sabiendo que esto ha sido obra de Ethan y Hunter.
No se equivoca ya que detrás de ella ve entrar a los esposos que sonríen en su dirección.
—¿Qué tal todo? —pregunta Hunter mientras se acerca a saludar a la castaña quien responde con una sonrisa.
—Me despedía de Adele —responde ella mirando a la bebé en sus brazos.
Suelta un suspiro lento mirando también a Dakota quien solo mira con amor a su pequeña hermana.
—Sabes que no tienes que irte, ¿cierto, Raven? —pregunta Ethan.
Ella sonríe mientras se pone de pie con lentitud, sigue admirando a la pequeña en sus brazos, deja un beso en la frente de Adele para después entregarla a Hunter quien la recibe con cariño.
Raven se inclina y toma a Dakota en sus brazos, sus ojos se cristalizan al ver los ojos verdes que comparte con su hija mayor.
—Sé que ellas estarán bien con ustedes —habla con un nudo en la garganta—. No pude elegir mejores padres que ustedes.
Su voz se rompe y aún así no derrama ninguna lágrima, no quiere que ninguna de sus hijas la vea débil porque la debilidad no va con ellas, con ninguna de las tres.
—Podemos protegerte —Hunter habla—. Estarás bien, puedes quedarte con ellas, con nosotros.
Niega con lentitud mientras besa la mejilla de la niña en sus brazos quien limpia con delicadeza algunas pequeñas lágrimas que alcanzaron a salir de los ojos de la castaña mayor.
—Roberts fue claro cuando impuso nuestro castigo —traga saliva—. El exilio es la mejor opción.
Los tres tragan saliva.
—Eso no es justo —Hunter susurra.
—Si quiero seguir con vida tendré que vivir huyendo —sonríe con ironía—. Mientras Kiral Durmaz siga con vida debo vivir en las sombras.
Kiral Durmaz, un mafioso turco al cual meses atrás la detective había atacado junto a su escuadrón, no sabía que el mafioso es vengativo y que no se quedaba quieto hasta terminar con aquellos que se meten en su camino.
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CRIMINAL
Random"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades." Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...