"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades."
Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...
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Volker.
Estoy aún en el auto, mis ojos se mantienen mirando a través de la ventanilla, puedo ver la pequeña y elegante alfombra roja que hay antes de entrar a la recepción de esta noche.
En esta ya se encuentran pasando y posando algunos de mis invitados, socios, inversionistas y clientes; todos y cada uno desfila como si de una gran celebridad se tratase.
Veo a la prensa esperando porque finalmente haga aparición, están ya preparados con sus cámaras y micrófonos.
—El señor Brown ha dicho que está todo listo en el interior, señor —escucho al chofer hablar—. La seguridad ya se encargó de asegurar el perímetro, todo está en orden.
La seguridad esta noche no es comparable a la seguridad de cualquier otro de mis eventos, esta noche no se presenta cualquier línea, esta noche se presenta la línea.
No puedo evitar el que mis ojos vayan de un lado a otro en los autos y personas que llegan, aunque, sé que ella aún no está aquí ya que el chofer personal que envíe por ella aún no avisa ni siquiera que vengan en camino.
No puedo evitar el que mi cabeza comience a imaginar y pensar los escenarios en donde al final del día ella ni siquiera se presenta, no me sorprendería si eso sucede pero, tampoco me gustaría que pasara.
Arreglo mi saco una última vez cuando veo a la última pareja entrar a la recepción dejando así la alfombra sola.
—Ya —ordeno al chofer quien asiente y baja del auto de inmediato provocando que algunos de los flashes comiencen a dispararse en nuestra dirección.
Abren la puerta del auto para mí, bajo de este y arreglo mi traje una vez que bajo, siento las cámaras disparándose en mi dirección, paso una mano por mi cabello y solo comienzo a caminar con Chelsea indicándome las cosas que ya sé.
Me detengo frente a los distintos puntos marcados en los cuales la prensa logra capturar algunas fotografías, veo como otros están reportando en vivo y otros tantos gritan mi nombre con la intención de hacerme algunas preguntas, pero, no me place responder ninguna mierda así que no me acerco a ellos.
No me esfuerzo por las fotografías, al final de todo sé que todas salen bien, poso en un punto y en otro hasta llegar al final de la alfombra en donde puedo adentrarme finalmente a la recepción.
Mientras camino acercándome reviso una vez más mi celular, el chofer de Zauberin aún no manda ningún maldito aviso.
Guardo mi celular y me adentro finalmente al salón de fiesta del hotel, veo a las personas en el interior que de inmediato aplauden en mi dirección, todas con copas en la mano y de pie, sonríen en mi dirección, aplauden y solo doy algunos asentimientos con la cabeza mientras camino abriéndome paso entre todos.
Me detengo a hablar y saludar a algunos hasta que finalmente llego a la mesa en donde están Oliver, Ada, Chelsea y Yerik. Miro los dos lugares restantes.
