Miami.
Dakota.
Año nuevo.
Arreglo mi vestido frente al espejo después de colocarme mis zapatillas, agrego labial en mis labios y acomodo mi cabello para finalmente salir de mi habitación al mismo tiempo que Adele sale de la suya.
—Finge que estás emocionada —habla y ruedo los ojos.
—Lo estoy —respondo de inmediato.
—No lo estás —comenzamos a caminar por el pasillo para ir hasta las escaleras—. Quisieras estar con Volker en lugar de estar aquí.
No respondo.
Mis padres han organizado una cena de año nuevo, invitaron a más personas, más miembros de la OMPC, la cena sería aquí, en nuestra casa.
—Ser anfitriones esta noche no es lo nuestro —Adele suelta y solo me ahorro las palabras.
Comenzamos a bajar los peldaños de las escaleras, logramos escuchar de inmediato ya las voces de las personas aquí.
Nuestra casa ya se encuentra llena, en la sala logramos reconocer a algunas personas de la central, Adele y yo comenzamos a saludar a todos mientras les damos la bienvenida también para después pasar hasta el jardín trasero en donde también hay gente.
—¡Las hermanas Kingston! —miro a Evelyn quien sonríe corriendo hasta donde nos encontramos, a pesar de los enormes tacones en sus pies ha logrado llegar sin caerse.
Abraza a Adele y después me abraza a mi, la recibo con entusiasmo mientras intenta no derramar su copa con champagne.
—Que guapas lucen esta noche —toma mi mano y me hace girar sobre mi propio eje.
Había elegido un vestido corto en color rojo, es pegado al cuerpo y se adapta a mis curvas, el escote es en corazón y hace que mis senos resalten; llega a la mitad de mis muslos, las mangas son abultadas pero caen sobre mis brazos dejando así mis hombros descubiertos y haciendo que el collar de esmeralda en mi cuello reluzca.
—Jamás te había visto ese collar —habla mi mejor amiga una vez que nos separamos.
Miro el collar en mi pecho y después la miro de nuevo a ella mientras levanto mis hombros fingiendo desinterés.
—Tenía que tenerlo —suelto—. La D de Dakota.
Evelyn levanta una ceja burlona mientras tomo una copa con champagne.
—Ajá —suelta, la miro, sus ojos me hacen saber que no me cree ni una mierda y solo sonrío como respuesta.
Continúo saludando al resto de las personas aquí, a mis compañeros de escuadrón, algunos superiores que son amigos de mis padres y más.
—Dakota, linda —miro a Grace Davis, la madre del detective Davis.
Me acerco sin alternativa alguna, a mi lado va Adele.
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CRIMINAL
Random"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades." Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...