"Yo no soy el héroe de tu historia, soy el villano que te hará sucumbir en tus más oscuras perversidades."
Volker Diekmann es la perfecta definición de perdición, lo comprobé cuando de una noche a otra no podía dejar de aparecer en mis pensamiento...
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—No luces tan mal —miro a William quien ha dejado de ser rubio para ser ahora un castaño.
—Tu cabello se ve decente —suelta con burla haciendo que ruede los ojos.
Por parte del proceso de infiltrados nos corresponde caracterizarnos como las personas a las que suplantamos.
La verdadera Ariana Foster tiene el cabello completamente lacio por lo cual mis ondas tuvieron que quedar a un lado. Fuera de eso ambas compartimos el mismo color de ojos, aunque los míos son un poco más claros, tenemos el mismo tono de piel y el mismo tono de cabello, ella es un poco más alta que yo también.
El verdadero Liam Webb es castaño y de ojos negros, por lo cual William tuvo que teñirse su tono rubio a un tono castaño, ambos comparten color de ojos y miden casi lo mismo.
Entramos a la sala de misiones una vez que nuestro proceso de cambio ha terminado, las miradas se posan en ambos mientras tomamos asiento, mis ojos van hasta la mujer frente a mí: la verdadera Ariana Foster.
—¿Ella es quién ocupará mi lugar? —pregunta aquella mujer, me mira con curiosidad.
—Lo es —responde el detective Davis—, Dakota Kingston, miembro y agente de la OMPC —me pongo de pie mientras le extiendo mi mano a aquella mujer—, agente Kingston, ella es Ariana Foster.
Acepta mi mano y después regreso a mi asiento de nuevo, William se presenta con Liam Webb quien también está aquí.
—No hay mucho que decir —comienza Ariana Foster—, soy guardaespaldas desde los diecinueve, me he convertido en la mejor de la agencia "Save Life"«Vida Segura» —escucho con atención—, nací en Londres pero he vivido en Miami desde hace años —guardo los datos más importantes en mi cabeza—, hace un mes la secretaria de Volker Diekmann, Chelsea Smith, contactó a Save Life pidiendo el mejor equipo de seguridad que la agencia tuviese.
Miro al detective Davis quien también me mira para después ambos mirar a Ariana.
—¿Sabe las razones? —pregunta mi superior.
Ariana Foster se queda callada por algunos minutos.
—No debemos recordarle que ha firmado un acuerdo en donde ha pactado que dirá todo lo que sepa —el director Roberts habla ahora—, es un caso confidencial, lo que usted proporcioné será tratado con discreción.
Aquella mujer traga saliva.
—Y su superior junto a la agencia están de acuerdo con esto —continúa el detective Davis—, han estado de acuerdo en cooperar con esto.
Seguramente no habían tenido opción alguna.
—El señor Diekmann ha sufrido algunos ataques —responde finalmente la mujer de cabello castaño—, su integridad está en riesgo, por eso solicitaron la mejor seguridad que sea posible.
