Tarek estaba en la fría celda que le habían asignado, sabía que en un rato darían su veredicto y no aspiraba a nada, por menos que eso habían condenado a muchos a la horca. Pasar la noche en ese lugar le hizo refrescar sus aires y notar que todo había sido una trampa, la forma de reírse del emperador lo evidenciaba. Estaba molesto consigo mismo por haber hecho tal cosa, había lastimado a Miranda y le había ofendido. No había confiado en ella e incluso así rogó por él al emperador, cuando sabía que aquello era lo último y más humillante para su persona.
Había sido un estúpido y no le sorprendería si al final ella dejaba que lo mataran, se lo merecía, no debió salirse de control.
Sintió como abrían la puerta de su celda y creyó que le vendrían a buscar par su ejecución, sin embargo, allí estaba Miranda, vestida de negro y con los ojos rojos de tanto llorar. Él no pudo expresar palabra, estaba avergonzado y verla así le rompía el corazón. Ella se acercó y se puso en pie de inmediato.
—¿Cómo estás? —preguntó— ¿Te hicieron algo?
—Voy a morir, Miranda —respondió y ella solo bajó la vista poniendo su mano temblorosa sobre su pecho.
—No lo harás, Tarek, conseguí un trato con el emperador y va a perdonarte la vida —respondió con la voz apagada, acariciando la zona casi con nostalgia.
—¿Qué? ¿Cómo hiciste eso? —preguntó a sabiendas que debía de haberle costado muy caro.
—Eso no importa. —Se alejó dándole la espalda—. La verdad, no iba a venir, ¿sabes? Aslan no es el único culpable de que me haya tenido que humillar de esta manera, tú también lo eres —Le reprochó y se volteó para mirarle—. Debiste haber confiado en mí y no lo hiciste, me acusaste de estar enamorada de él cuando sabes que lo detesto y para colmo me humillaste delante de todos, Tarek.
—Miranda, perdóname, estaba celoso. —Trató de acercarse pero ella se alejó caminando hacia atrás.
—De todos los hombres que me han humillado en este mundo, que lo hicieras tú me dolió más. —Le miró con los ojos cristalizados—. Yo en serio estaba dispuesta a darte una oportunidad, ¿sabes? A amarte, a darte un lugar a mi lado. Tal vez no ahora, o en unos meses, pero sabía que en un par de años podría hacerlo, cuando todo se calmara y yo dejara mi luto por Amra.
—Miranda...
—No, no quiero escucharlo, Tarek —le paró secando sus lágrimas—. Cualquier cosa que iba a suceder entre nosotros murió ayer con tus palabras, me heriste y humillaste delante de todos aún diciéndome que me amabas.
—Y estoy arrepentido, Miranda —Él logró tomarla de las manos—, lo estoy y ya que conseguiste que me perdonen te lo demostraré.
—No, no lo harás. No podrás hacerlo porque Aslan te va a desterrar —sus palabras le cayeron como balde de agua fría y las siguientes fueron peores—. Y aunque no fuera así, Tarek, después de lo fácil que me entregaste en los brazos de Aslan no podría sentir algo por ti. Te quise y te quiero, pero ese sentimiento muere aquí, en esta celda. Cuando dicten tu sentencia podrás irte, le di las órdenes a un par de escoltas para que te dieran lo necesario. Espero te vaya bien.
Ella salió de la celda con las lágrimas cayendo de sus ojos y con la súplica desesperada de Tarek porque no se fuera así, pero no podía siquiera verle. Aslan había planeado todo sí, pero no lo habría logrado de no ser porque él se lo facilitó, después de todo, aquel hombre no confiaba en ella y la subestimaba como todos los demás.
Fue hasta el salón del trono en donde sería dictada la sentencia y se colocó en la esquina más al fondo que encontró. Esperó los minutos para que trajeran a Tarek y le vio entrar siendo arrastrado por los guardias. Aslan hacía rato que estaba en el lugar y tenía una cara de aburrimiento enorme. Tarek buscaba con la mirada a Miranda pero no la veía, quería decirle que lo sentía, que la amaba y que no la olvidaría pero era tarde, ella ni siquiera había ido, o eso creía él.
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Emperatriz (Libro I Bilogía Imperios)
Romance"Que sepa, majestad, que no me postraré ante usted a menos que esté muerta. Las reinas que se arrodillan pierden su corona, y yo no le daré ese gusto" Miranda, reina consorte de Amra de Jordania, fue coronada para sorpresa de todos y se convirtió en...