Falling Down

Falling Down - Capítulo Final (parte 1)

3 meses después.

10 de Abril del 2011.

Rodé los ojos una vez más y volví a intentar abrochar el botón. Maldije en voz baja sintiendo cómo unas pequeñas gotas de sudor comenzaban a aparecer en mi frente. Hacía más de una hora había estado intentando abrochar mi pantalón favorito, pero debido a que mi vientre ya no estaba completamente plano, me era casi imposible.

—¿Estás lista?— Preguntó Abraham entrando por la puerta de la habitación.

—¡No! ¡Tus hijos están empezando a hacer estragos con mi cuerpo, Abraham!— Exclamé sintiéndome realmente molesta.

Él soltó una carcajada y se acercó a abrazarme por la espalda, mientras yo sólo me miraba al espejo sin poder creer que hubiese engordado tanto. En cuatro meses de embarazo había engordado al menos diez kilos. 

Abraham depositó un beso sobre mi hombro descubierto y colocó sus manos sobre mi vientre ya algo abultado. Suspiré y coloqué mis manos sobre las suyas, recostando mi cabeza sobre su pecho.

Luego de todo lo sucedido, no había costado absolutamente nada poner la denuncia en la policía y por supuesto, capturaron a la bruja. Sin embargo, por ser las pruebas muy antiguas, tuvieron que realizar un gran proceso de investigación, por el cual hasta la abuela había tenido que llegar a la ciudad.

Por supuesto, mientras todo esto sucedía, ella y Tom estaban encerrados. Presenté cargos por la más mínima cosa y logré que la investigación fuese mucho más a fondo. El edificio por supuesto fue clausurado y todas las chicas allí dentro fueron llevadas a un orfanato perteneciente al estado.

En ese momento estaba sintiéndome realmente nerviosa ya que, por fin, era el día del juicio.

La abuela estaba en la ciudad desde que habían capturado a Teressa, ya que además de la condena que le pondrían a Tom y a ella por sus crímenes, hubo un juicio anterior que estaba dirigido a los papeles de la casa que la abuela había decidido dejar para mí.

Por supuesto, quedó en nombre de mi matrimonio con Abraham.

Él había invertido gran cantidad de dinero en ella para hacerla habitable, acogedora y por supuesto, moderna a su gusto. Mientras tanto, nos encontrábamos viviendo en un pequeño departamento que Jaxon frecuentaba algunas veces.

Mi estómago dio un pequeño vuelco ante los nervios que comenzaron a invadirme. Pero un pequeño beso en mis labios impartido por Abraham hizo que todo desapareciera a mi alrededor. Sonreí y volví a suspirar. Las cosas por fin estaban empezando a tomar su lugar.

—Debemos irnos, el juicio empieza en media hora.— Besó una de mis mejillas.

—Lo sé, pero no encuentro nada que pueda quedarme.— Bufé frustrada.

Volvió a reír y se dirigió al pequeño armario. De él sacó la blusa blanca que había utilizado para abordar la vez del crucero. Sonreír ampliamente.

—Cariño, he engordado pero mi barriga aún no está tan grande.

—Te quedará algo ancha, pero servirá para tapar tus pantalones sin cerrar.— Se encogió de hombros.

Le fulminé con la mirada y él volvió a reír, robándome otro beso en los labios. Tomé la blusa y me enfundé en ella. La verdad no me quedaba muy ancha, se notaba mi pequeña barriga, pero sobraba bastante tela como para cubrir el incidente en mis pantalones.

—Recuérdame pasar a comprar ropa de embarazada.— Dije tomando mi bolso.

Volvió a reír tomando las llaves del auto en sus manos.