Enjuagué mi cuerpo una vez más, sin poder quitar la sonrisa de mi rostro. Había amanecido con la perfecta imagen del rostro de Abraham junto a mí, durmiendo plácidamente en la cama. Cerré los ojos, sintiendo el agua recorrer todo mi rostro y cabello, relajándome por completo.
Me sentía en otro planeta del cual no quería escapar jamás. El simple recuerdo de sus labios recorriendo mi piel y sus brazos envolviéndome, me llenaba de extrañas emociones que hacían que mi corazón palpitase realmente fuerte.
Sin embargo, mi corazón se aceleró aún más cuando sentí dos fuertes brazos envolver mi cintura y tirarme hacia atrás para pegarme a su cuerpo. Sus labios atraparon suavemente la piel de mi cuello, haciéndome estremecer.
—Buenos días.— Ronroneó.
Sonreí abriendo mis ojos con lentitud para observarle de reojo.
—Buen día.— Murmuré.
Sus labios atraparon suavemente los míos a lo que simplemente me di la vuelta entre sus brazos para rodear su cuello con los míos. Acaricié su cabello que a diferencia del mío se encontraba seco y sedoso. Mordió mi labio inferior haciéndome soltar un suspiro.
—No me ha gustado encontrar la cama vacía.— Dijo haciendo un pequeño mohín.
Reí.
—Según lo que me dijiste ayer, llegaremos a las cuatro menos cuarto.— Dije recordando nuestra conversación la noche anterior.
—¿Y eso qué?
—Que al despertar el reloj marcaba las dos, llevo al menos unos cuarenta y cinco minutos en a ducha, por lo que deben ser un cuarto para las tres, exactamente una hora nos queda para alistar todo, entre eso, mi barriga mutante.— Dije rodando los ojos a lo último, haciéndole reír.
—Podemos esperar un poco más, ¿no crees?— Susurró besando mi cuello de nuevo.
—¿No se supone que la insaciable era yo?— Pregunté burlona.
—Creo que me estás volviendo un adicto a ti, nena.
Atrapó mis labios entre los suyos y me empujó un poco para hacernos quedar a ambos bajo el agua caliente de la ducha.
~~~
Salí del baño envuelta en una toalla, al igual que Abraham. Eso había estado muy bien, no podía negarlo. Le miré por unos segundos y sin quererlo enrojecí. Estaba siendo una completa y tonta adolescente.
—Creo que iré por algo de comer.— Dijo luego de un rato, mientras se abrochaba su camisa de jean.
—Bien, yo me quedaré a arreglar todo.— Sonreí.
—¿Todo?
—Mi barriga y tu equipaje.— Encogí los hombros.
Se acercó a mí sin dejar de sonreír y besó mis labios levemente.
—Está bien, la ropa de embarazada está ahí de todas formas.— Me guiñó un ojo.
Sonreí levemente antes de verle salir por la puerta. Suspiré y me tiré de espaldas en la cama aún estando en toalla. Llevé las manos a mi pecho y cerré mis ojos. Realmente estaba sintiéndome diferente. Estaba comenzando a pensarle por cada mínima cosa que hacía, y empezaba a echarle de menos estando solo unos minutos separados.
Estaba comenzando a quererle, y no sabía si eso estaba bien o mal.
Me levanté y tomé todas las cosas para armar la barriga falsa, dejándolas sobre la cama. Me coloqué un conjunto de ropa interior y luego me dispuse a buscar algo de ropa en la maleta de Abraham.
ESTÁS LEYENDO
Falling Down
General Fiction¿Qué sucede cuándo a una chica la obligan a, prácticamente, arruinar su vida? ¿Y si la persona que la somete a esto, fuese una de las que debe amarla más que a cualquier cosa en el mundo? ¿Qué puede llegar a ocurrir si la vida obliga a una joven a c...