Capitulo 22.

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Llevo dos dias sin dormir bien, ya que me encuentro muy ocupada. Mis soldados estan entrenando enfrente de mi, yo simplemente los observo y los motivo a seguir ejercitandose mientras sentada leo las notas del narcotraficante en los paises bajos. 

Sueno el silbato y los soldados se posan frente a mi derechos. Termino de leer y los observo a todos uno por uno. En mi grupo de soldados hay mas niños y adolescentes que adultos. Suelto una sonrisa a ver que todos estan serios. 

- ¡Quiero que cinco soldados conmigo! 

Hago los despido haciendo poniendo mi mano en el pecho y ellos se despiden de igual manera. Pero cinco soldados se me acercan. 

La verdad es imposible aprenderme tantos nombres, asi que simplemente los señalo mientras camino. 

- Tú ve a buscarme un mapa mundial. -Digo señalando al niño de unos diez años que es un soldado.- Tú busca unos papeles en que hay en mi escritorio. -Digo señalando a la adolescente que es un soldado de primera clase la cual no debe de tener mas de quince años.- Tú buscame los libros de medicina que hay en mi escritorio junto con la chica. -Le digo a el adolescente de unos diecisiete años que su rango es soldado de primera clase.- Tú haz una cita con mi psicologo, luego otra cita con la secretaria del capitan. -Le digo a la adolescente de veinte años creo, la cual su rango es sargento.- Por favor y gracias, se pueden retirar. Estare en mi casa. 

Ellos se van, pero se queda una niña pequeña, ella me mira mientras camina. 

- Teniente, ¿que hare yo?. -Dice la niña con su fina voz.

- Estaras en mi casa recibiendo todo lo que te daran, yo ire a entrenar. -Le doy la llave de mi casa- Deja todo en la mesa y quedate ahi, ire en una hora.

Ella asiente su pequeña cabeza y se va corriendo. Yo en cambio voy al lado contrario a hacer mi ejercicio, ya que hago ejercicio en la mañana. Miro la hora y luego veo el sol salir recientemente. Apenas son las seis y treinta de la mañana. Empiezo a trotar, a hacer sentadillas y abdominales mientras sigo leyendo el libro virtual de Microbiologia. Luego de un largo rato y de terminar de leer la unidad de mañana miro la hora y han pasado una hora y treinta minutos. 

Trotando voy ha mi casa y toco la puerta. La niña abre la puerta  y yo paso. Apago mi telefono y lo dejo cargando en la mesa. Veo todos los papeles y todos los libros que hay en la mesa y suelto un suspiro. Estoy demasiada agotada, me siento muy estresada y el sueño me esta llevando al limite.

- Me dijeron que la cita con el capitan es en la noche. -Dice-

- Bien, entendido. Gracias por organizar todo, nena. Lamento llegar tarde, pero necesito un ultimo favor si puedes. 

- Lo que sea, Teniente. -Dice la niña seria.

- Dime Briggette. -Le sonrio y ella me devuelve la sonrisa- ¿Puedes buscar mi desayuno en comedor?. 

Ella asiente con una sonrisa y sale de mi casa corriendo. 

Yo entro a la ducha y me baño completamente. El agua recorre mi cuerpo y siento mi cabello mojado volverse pesado. Me lavo la cabeza y siento como me relajo por unos minutos, hasta que decido terminar y salgo del baño. Abro mis ojos cuando me encuentro a Axel en la silla sentado mirando el mapa que esta rayado por mi lleno de lapiceros rojos y azules. 

- ¿No sabes tocar la puerta? -Digo.

- No, aunque no entiendo el mapa. ¿Para que es?, ¿intentabas ubicarme?

- Si, mi amor por ti es asi de enorme. 

- Agh, tu enamoramiento de niñita. -Me mira a los ojos con una sonrisa. 

Juguemos a mentir +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora