Observo como las olas se mueven en el océano mientras ando completamente desnuda. En un lado observo a Zale preparando una carne desnudo por igual. Pero la verdadera pregunta es, ¿por qué no estar desnudos en nuestra luna de miel?
Llevamos aproximadamente tres días en esta isla de la familia. Aquí no hay nadie. Apenas hay comunicación. El lugar es enorme y estamos rodeados de mar. Esto me encanta. Nos la hemos pasado bebiendo, comiendo y teniendo sexo. ¿Hay algo mejor que eso?
Me levanto de la arena y me dirijo hacia donde Zale y empiezo a besarle la espalda suavemente. Tengo muchas ganas de sentirlo dentro de mi.
- Zale, te amo.
- Mi reina, estoy haciendo la carne.
- No importa, quiero tu pedazo de carne dentro de mi.
- Oh, pero que coqueta eres. - Dice con una voz seductora mientras se acerca lentamente.
El se acerca lentamente y me da un beso suave.- Que lindo besito... -susurro.
- De esa manera te amo, de una manera linda.
Me pongo de rodillas y le doy otro beso suave.
- Eres mi esposo, gracias por amarme de manera linda.
Me agarra las nalgas y me besa el cuello.
- Te prometo un momento caliente luego de terminar la carne, esposa.
Se aleja y coge las pinzas nuevamente para cocinar.
- ¿Quieres ir a la playa ahorita?
- Prefiero estar cómo ahora.
- ¿Desnuda en la casa de campo?
- Si, me gusta estar más aquí tranquilamente.
- Wow, que interesante. Recibí una llamada de Azrael. Estaba quejándose de que llevamos dos semanas en luna de miel.
- ¿Tan poco tiempo? - Digo mientras me tiro al suelo por la pesadez.
- Si. Ahora cogeremos y disfrutaremos estos últimos días.
- No quiero la realidad, me siento completamente tranquila. Me gustó hacer paracaidismo y nadar con los delfines.
- ¿No te gustó hacerlo en el jet privado?
- Claro que sí, pero no me gustó mucho por la turbina.
Zale se ríe.
- El hecho de que nos moviéramos completamente me mata de la risa. Pero, te tengo una sorpresa esta noche.
- ¿Más sorpresas?
- Si, ¿sabes lo emocionante que es hacer cosas que te gustan? Me emociona bastante verte feliz.
- Bueno querido, yo también te tengo una sorpresa.
- ¿Para qué?
- Pues, por ser mi esposo y ya.
- Unos buenos besos me harían sentir mejor.
Me levanto del chaise longue y lo abrazo en la espalda. Empiezo a darle besos en la espalda y huelo la carne deliciosa.
- Gracias por complacer mi antojo.
- Todo lo que quiera mi reina.
- ¡ZALE!
- ¿Qué sucede?
- No quiero enfrentar la realidad, no quiero llegar y ser reina. No se que haré.
- Pues, gobernar, ayudar fundaciones, realizar actividades benéficas y más papeles y organizaciones.
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Juguemos a mentir +21
Roman d'amourAdvertencia: Este libro no es para personas sensibles, este libro contiene escenas completamente fuertes y subidas de tonos, temas sensibles y no apto para todo publico. Se recomienda ser mayor de edad para leer semejante libro. Los juegos se ganan...