Capitulo 36.

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Al dia siguiente estoy en la entrada principal despidiendome del señor Jansen y el señor Kriller, mientras espero que Zale llegue con el vehiculo. Tomas esta al lado mio agarrandome la mano. 

- Cuidate y cuidala hijo, ella se ve que es una buena chica. 

- Odio que hayas hecho que un joven nos cuide. -Dice Tomas a su padre.

- Entenderas todo lo que hago por ti cuando me des un nieto. -Dice el señor Jansen con una sonrisa para luego mirarme a los ojos y agarrarme la mano- Espero nietos prontos, lindura. 

Ignoro por completo el comentario del señor Jansen y me despido con un beso en la mejilla y un abrazo. Me alejo lentamente y entro al vehiculo a la parte de atras. Al minuto entra Tomas al lado mio, luego un hombre que no conozco de conductor y al lado Zale. 

En el trayecto del camino me la paso escuchando musica con mis audifonos e incluso me quedo dormida. No se cuantas horas duramos de camino, pero siento que me tocan levemente la pierna y miro afuera. 

Llegue a casa. 

Miro que todos estan en el vehiculo aun. 

- Amor, tenemos que hablar. No queria levantarte debido a que estabas  comoda durmiendo, pero no quiero que vivas aqui, me preocupa tu seguridad. 

- No... 

Iba a decir que no importa, que se cuidarme. Pero necesito mantenerme mas cerca del enemigo y aunque quiera privacidad, se que no lo lograre. 

- No podria decir que no. Tengo miedo... 

- Ve por lo demas de tus cosas, lo que creas importante. 

- Esta bien. -Le doy un beso casto en los labios y salgo del auto. 

Entro a mi casa y busco un poco mas de ropa, tampones, zapatos y mi computadora. 

Salgo con todo y lo entro al vehiculo para luego dirigirnos a la casa de Tomas. Cuando llego, nos alojamos y veo la habitacion en donde dormire. Agradezco que Tomas no tome en cuenta el hecho de que vayamos a dormir juntos, ya que no quiero estar mucho tiempo con el, solo lo necesario. 

Mi habitacion es normal, una cama, una television, una mesa de trabajo con su silla, closet y una puerta para ir al baño. Hay un balcon que da hacia un hermoso jardin. Me quedo en el balcon admirando la vista de afuera y escucho que abren la puerta. 

- ¿Zale? 

- ¿Que comes que adivinas, Diosa? -Pregunta. 

Miro hacia atras y lo veo sentado en la cama. 

- ¿Quien eres? 

- Zale. Vine a pedirte disculpa ante cualquier situacion o incomodidad que haya causado. 

- No hay problema, Adrian no hizo nada. -Digo con una sonrisa.- No recuerdas nada, ¿verdad?

- No, pero si se sobre el plan. Debes hablar con Jansen hoy. -Se levanta y se acerca a mi- Me despido. 

Sale de mi habitacion y suelto un suspiro. 

Es hora de hablar. 

Salgo de mi habitacion y me dirijo hacia la habitacion de Tomas. Toco la puerta y efectivamente se encuentra ahi. Me siento en la cama y lo miro leyendo unos papeles en la mesa de trabajo. El me mira de reojo y continua leyendo, hasta que al parecer termina de leer el papel y me mira a los ojos. 

- ¿Como estas?, ¿te gusto donde te alojaras? 

- Si, me fascino y mas la vista al jardin. 

- Me alegro. 

Juguemos a mentir +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora