Capítulo 73

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Al día siguiente Karlie pasó por la clínica para recoger a Taylor que había regresado al trabajo. Lastimosamente debían volver a sus deberes.

Habían recogido de igual forma al cachorro que había quedado a cuidado de Martha mientras ellas viajaron. Las niñas iban jugando con él en la parte trasera, mientras en la delantera, el silencio reinaba. No uno incomodo, los silencios con Taylor no eran para nada así, sin embargo, tampoco era muy normal.

Karlie la había saludado preguntando como había ido su día, la rubia había contestado con un escueto bien, que no convencía a la castaña. Y creía entender porque el ánimo tan decaído, era por la anterior visita de su madre, era lo único que podía tenerla así, y no le estaba gustando.

La noche anterior, tras cenar y arropar a las niñas, habían hablado sobre eso y Taylor había llorado de impotencia, rabia y frustración. Ella solo la había abrazado y se había sentido de igual forma por no poder hacer gran cosa para aliviarla.

Karlie notó que suspiraba seguido, no quería solo darle espacio, quería ser su apoyo, así que lo intentó de nuevo a medio camino. — Volveré a preguntar Tay, ¿Que tal tu día hoy?

Captó su atención y dio un último suspiro tembloroso antes de hablar por fin. — Mi madre ha venido a buscarme.

¿Qué Andrea qué?

— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pretende esa mujer? —. Eso explicaba porque toda esa seriedad que seguía emanando.

— Quiere que le deje ver a las niñas, lo ha dicho de nuevo —. Karlie frunció los labios pensativa, peor Taylor no lo notó, estaba distraída con las manos en su regazo.

— ¿Qué piensas hacer?

— Yo solo quiero que deje de fastidiarme, se adentró sin permiso, me ha interrumpido en plena consulta, es insoportable, y aunque me prometa que no es su intención el molestarme y meterse en mi vida de nuevo, ya no confío nada en ella y no quiero soltarle a las niñas, así como así.

— Podrías dejar que las viera en la casa —. Comentó la castaña respondiendo a su última preocupación.

— ¿De qué hablas Karlie? —. El tono le cambió, Karlie resopló esperando lo que seguía y arrepintiéndose en el acto de haber abierto la boca. —¿En verdad estás considerando que la dejemos ser parte de nuestras vidas?

— Solo digo, que podrías vigilarla si fuera en tu casa....

— No tengo que vigilarle nada, no la quiero cerca y punto, tiene que entenderlo —. Sentenció la rubia moviendo de pronto sus manos sin poder dejarlas quietas.

— Pero...

— ¡Pero nada! No empieces de nuevo a defenderla y sobre analizar la situación, no hay nada que discutir —. Exclamó Taylor adoptando esa actitud alterada que la caracterizaba usualmente cuando se desesperaba con Karlie.

— No la estoy defendiendo, solo decía....

— Mejor ni siquiera opines Karlie, no puedo creer que después de todo sigas siendo tan voluble y te importe tan poco lo que nos ha hecho.... —. Karlie dejó el tema, porque no se sentía capaz de responderle, así que se dedicó a seguir conduciendo. Taylor de nuevo estaba sucumbiendo a ser impulsiva y de nuevo había abierto la boca de más, la oyó maldecir en voz baja mientras se apartaba el cabello fuera de su frente. — Prometí intentar ser más prudente, y lo intento Karlie, es solo que...

Ninguna dijo nada después de eso, ni en todo el camino, Taylor no siguió con la disculpa que había empezado a formular porque Karlie no le dirigió la palabra para nada.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora