Capítulo 78

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Karlie debía estar desde hace horas en el edificio, Cara y Lily se habían encargado de la mayoría, pero ella tenía que estar al tanto, por lo que se había marchado casi desde la mañana para revisar que todo estuviera en orden para la apertura de su estudio.

— ¿Están listas? —. Preguntó la castaña al teléfono.

— Estoy terminando de peinarlas —. Le informó batallando con Tate que no se quedaba quieta y no dejaba de quejarse por cuánto estaba tirando de su cabello.

— Mandaré por ustedes en una media hora ¿Está bien?

— ¿Mandaras? ¿Creí que vendrías tu? —. La castaña se oía ajetreada al otro lado de la línea, o le sorprendía que o pudiera pasar por ellas, aunque si la decepcionaba u poco.

— No creo poder amor, estoy encargándome del servicio de catering, veré si alguna de mis hermanas puede ir Si no mandaré a uno de mis muchachos —. Dijo Karlie. Al final Taylor había accedido, su miedo inicial había menguado y su mente se había aclarado respecto a estar presente en el evento de Karlie.

Karlie había estado contenta de que hubiera accedido.

— ¿Kris no acaba de llegar?

— Sí, por eso dije veré si puede, y Kariann está preparado una de las salas para la sesión de cortesía.

— De acuerdo, avísame ¿sí? Ya casi estamos.

— Sí, te hablo, te amo.

— También te amo.

— ¡También yo te amo mamá! —. Gritó Tate volteando para hablar al teléfono que sostenía Taylor.

Taylor se lo puso en la oreja para que Karlie pudiera responderle.

— Y yo a ti mi amor, te amo te amo nena —. Luego lo regreso a su oído para terminar de despeirse. — Te aviso, me tengo que ir.

— De acuerdo, nos vemos en un rato.

Tras colgar, le pidió a Tate que se quedara quieta para poder terminar con su peinado, solo faltaba ella para que las tres estuvieran listas.

Al poco rato recibió la llamada de Karlie de que su hermana iría por ellas.

Así que tomo su bolso y salió cuando vio la camioneta roja de Karlie estacionando frente a su casa, esa era Kris.

Las niñas salieron corriendo y Kris bajó para saludarlas.

— ¡Tía Kris! —. Chillaron abrazándose de ella.

— ¡Princesas hermosas! —. Se agachó a pesar de su vestido corto y se las arregló para besarlas a cada una. — Que hermosas se ven...

— Tu también tía.

— Gracias, que amables son.

— Kristen ... —. Saludó Taylor y su cuñada se acercó para envolverla en un abrazo también.

— Taylor. Te ves divina —. La rubia se sonrojo un poco y le sonrió.

— Gracias, tu igual.

— ¿Nos vamos? —. Ayudó a Taylor a subir a las niñas para luego ponerse en marcha.

Taylor fue cortes a pesar de que estar con Kris la ponía un poco con los nervios de punta. Era la segunda vez que se veían, y aunque había sido muy amable en Chicago, aún no era suficiente para acostumbrarse. Le preguntó sobre su vuelo y cuanto pretendía quedarse.

Karlie ya le había dicho que solo un día. Debía regresar al trabajo, pero no se le ocurría que más preguntar para hacer conversación.

Cuando llegaron, Karlie las estaba esperando en la entrada.

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