Capítulo 45

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— Estaba media ebria, pero no creo que no supiera lo que hacía o decía —. Era lunes por la mañana, se encontraba en un restaurante desayunado con Lily. Le debía más tiempo a su amiga, y agradecía que aceptara y se viera de mejor ánimo para estar con ella después de los seria que había estado.

No pudo contenterse en contarle todo, confiaba en que estaban bien como para platicar de esas cosas sin que le afectará a ninguna. Se sentía extraña, pero curiosamente alegre.

Todo había parecido tan difícil y de pronto había sido tan fácil. No se había equivocado, sabía que Taylor la seguía queriendo, y aunque aún estaba enfadada por todo, estaba sorprendida y genuinamente feliz de que la rubia hubiese reflexionado mejor las cosas.

— Tampoco creo que haya mentido, estaba haciendo realmente sincera, fue... —. La castaña analizó tratando de encontrar una palabra que describiera lo maravilloso que había sido el momento.— ... Cómo siempre imaginé, como deseaba que fuera.

— Entonces, ¿Te dijo que te perdonaba? ¿Que te creía y que nada había sido tu culpa? — Karlie se tensó un poco. No porque realmente Taylor no había dicho exactamente esas palabras, sabía de sobra que no necesitaba expresarlas, la forma en la que la veía suplicante y buscaba su cercanía, su vulnerabilidad lo decía todo, y Karlie la conocía. Más bien se tensó porque para ella era algo nuevo hablar con Lily sobre lo que estaba pasando con ella.

Suspiró y y lo pensó bien antes de contestar, estudió bien la expresión de Lily, buscando incomodidad, incluso malestar, pero para su sorpresa su amiga parecía estar realmente serena y hasta genuinamente alegre por ella. — Dijo que me amaba.

— ¿Estás segura de que no estaba ebria ebria? —. Karlie resopló. Sabía que incluso si lo hubiera estado, hubiera sido cierto.

Restarle importancia a su confesión sólo por el hecho de que estaba un poco bebida era un lujo que no podía darse.

— No, osea si había bebido, pero no era para tanto, estaba realmente lúcida, ella, si lo hizo, me perdono y me besó —. No podía evitar sonreír, ni siquiera le importó si aquello incomodaba a Lily, no podía evitarlo.

— Me alegro por ti de verdad, es todo lo que siempre quisiste —. Lily estaba sonriendo también, Karlie asintió y lo pensó un poco.

— ¿En verdad te alegra? —. Debía preguntarlo, pero en el instante su amiga frunció el entrecejo y la vio casi ofendida.

— ¿No piensas que lo hago? ¿Que me alegro sinceramente? —. Dejó de comer y la vio fijamente. Karlie estaba algo confundida. Desvió su mirada. — Karlie...

— Es solo que...

— Crees que aún me afecta de alguna forma.

— ¿Y no?

— Karlie he tenido tiempo para aceptarlo. Créeme que lo último que quiero es que sigas estancada, en verdad estoy muy feliz por ti, por lo que descubriste y porque es evidente que lo intentarán de nuevo —. Había buscado sus manos sobre la mesa, Karlie había dejado que las tomara y se liberó también de esa tensión. Ella también estaba siendo sincera. Esperaba que si.

— Es que jamás lo hablamos, y últimamente habías estado distante —. Lily retiró sus manos y pareció casi que se ruborizaba, estaba avergonzada pero Karlie no sabía exactamente por qué.

Lily bufó.— Necesitaba mi espacio, hacia un gran esfuerzo por no estropearlo y por no alejarme al mismo tiempo, realmente me costó más al principio, pero creo que ahora puedo decir que ha quedado atrás.

— No quiero perderte Lily.

— ¿Y por que ibas a hacerlo? — Lily la interrumpió algo divertida.— Soy tu amiga, y jamás te dejaré, créeme que me alegro por ti y yo estoy bien como todo el asunto de Taylor, incluso si no fuera con ella.  No estaba siendo sano para nadie aferrarnos y forzar algo que no podía ser.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora