Capítulo 27

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Karlie regresó a su departamento, no supo cómo, no recordaba haberle dado la dirección al taxi y no recordaba si le pagó, caminaba en automático, con lagrimas saliendo de sus ojos sin avisar y solo imágenes de ese par de niñas en su cabeza.

Ahora entendía todo. Esa familia que le prometió a Taylor, logró tenerla, pero sin ella, la dejo sola y ella en su estúpida idea de mantenerse al margen había cometido el peor de sus errores. Se arrepentiría para siempre, porque la veterinaria tenía razón, y ella debió volver, y tal vez hubiera sido menos el daño, menos el tiempo que se perdiera. Siete años. Casi ocho ya. Que idiota.

No supo como abrió la puerta, no había estado ahí desde que había tenido la crisis y Cara la había recogido para llevársela. pero debía regresar, aunque tal vez fue a dar ahí porque la dirección de la arquitecta no la sabía tambien como la suya.

Apenas abrió, un par de ojos de posaron en ella, ella las vio y notó como se preocupaban al ver el estado en el que llegaba. Y es que caminaba por inercia. No tenía ni fuerzas para otra crisis.

— ¡Karlie! — Lily se acercó a ella con cautela, Karlie se dirigió a la sala y se dejo caer sobre uno de los sofás, Lily la siguió y para su sorpresa Karlie se abrazo a ella como pudo y entonces empezó a sollozar con mayor intensidad. — ¿Qué ha pasado?

— ¿Karlie? — Cara se acercó, se sentó en el sofá libre, Lily le había dicho que iría a buscarla, y ambas sabían que podría ir mal. Como era típico de sus encuentros. Lily buscó la respuesta con la arquitecta, aunque no quería que la tomara contra ella debía tener la certeza antes de hablar. — ¿Las conociste?

Karlie sollozaba, con fuerza y no supo como alcanzó a asentir con la cabeza. Lily no entendía nada. — ¿Qué si conoció a quienes?

— A las hijas de Taylor — Soltó la arquitecta sin más, aunque con cierta cautela, Karlie no reaccionaba, estaba escondida en el regazo de Lily, la cual tenía una expresión de compasión en su rostro, tal vez no estaba terminando de entender, asi que Cara continuó. — Sus hijas.

— ¿Sus hijas? — La expresión de Lily cambió, una incredulidad le surcó por toda la cara.

— Las gemelas que Taylor tuvo cuando Karlie se fue. Son de ella —. Y por poco pensó que Lily se desmayaría, el color se le fue del rostro y parecía haber retenido la respiración. — ¿Karlie?

— No no, puede ser, osea es ilógico, esto es una broma...

— Quisiera que si — Dijo Cara acercándose e inclinándose sobre Karlie para acariciarle la cabeza. — Hey Kar.

— No me lo voy a perdonar nunca —. Su voz quebrada y dolida lo decía todo, se incorporó de repente y salió disparada hacia la habitación. Lily trató de seguirla, pero Cara la detuvo.

— Déjala, si tu estas en shock ella está peor.

— Es que como puede ser... y por que nadie nunca dijo nada... — Lily empezaba a mostrar su frustración. — Tu sabías, todo este tiempo.

— No era algo que me correspondiera, hice todo lo que pude para que entre ellas hablaran de ello y bueno, el resto ya nos lo dirá cuando se sienta mejor. — dijo apuntando en dirección de donde había ido Karlie. — Lily, lo siento, si crees que es en parte culpa mía o si crees que lo ocultamos a propósito...

— Has sido buena amiga con ella últimamente Cara, al contrario, tienes razón y debería agradecerte por lo que has hecho. — La castaña le dedicó una sonrisa y Cara se la devolvió débilmente.

— Tal vez si empiezas a verme tambien como una amiga estemos a mano — Cara puso una mano en su hombro y una sonrisa genuina se depositó en su rostro. La vio suspirar después de asentir. — Se que también estas algo shockeada asi que tal vez debería irme.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora