Capítulo 07

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La tarde se estaba pasando tan lento, estaba fastidiada y últimamente se sentía más agotada de lo normal, no quería pensar en que fuera un mal presentimiento, ya los había tenido antes y todos y cada uno se habían cumplido haciéndola sufrir demasiado.

Descartó esa idea y se concentró en el trabajo, justificando con el exceso de éste su actual estado de ánimo.

Taylor ya quería que la jornada terminara e ir a casa, ese día tenía más trabajo del normal y no es que no le gustara su trabajo, lo amaba y amaba ayudar a los animales pero había otras cosas que ocupaban su mente también y quería poder ir a descansar.

El calor que se sentía ese día era asfixiante, Taylor ni siquiera podía sentir el aire acondicionado dentro del consultorio, a pesar de que llevaba puesta una falda, arriba llevaba puesta la bata blanca sobre una blusa ajustada de color rosa, se sentía abochornada y además fastidiada, ese día con tanto trabajo ni siquiera había podido salir a comer y le urgía salir a tomar aire.

Estaba tratando en ese momento a una pequeña cachorrita de labrador que se había lastimado una patita, estaba concentrada atendiéndola, entablándola, con mucho cuidado para no lastimarla, cuando Nora su secretaria la interrumpió.

— Disculpe doctora Swift...—. Taylor giró para encontrarse con la mujer mayor en la puerta de su consultorio. Le sonrió amablemente.

— ¿Sí Nora?

— La buscan en recepción—. La rubia frunció el ceño incrédula, checó la hora en el reloj de su muñeca para confirmar que aún era muy temprano para que pasaran a recoger a la pequeña canina, faltaba casi media hora.

— ¿Quién es, Nora?—. Era poco probable que fuera alguien distinto a Dianna pero a la vez era poco probable que fuera la otra rubia quien la buscara tan temprano.

— La señorita Cara —. Eso se le hizo a Taylor aún más extraño, Cara era su amiga, su mejor amiga desde que estudiaban juntas en la secundaria, siempre se veían y salían, mantenía una relación muy estrecha con la ella, se conocían tan bien, pero algo que Taylor sabía era que su amiga odiaba a los animales, tanto que por esa razón jamás la buscaba en la veterinaria, así que no sabía porque ahora la estaba buscando tan temprano en el trabajo.

De pronto se preocupó de que fuera algo realmente serio por lo que estaba ahí buscándola en su propio consultorio. Nora seguía en la puerta esperando por una respuesta.

— Dile que pase por favor —. La mujer mayor asintió con la cabeza.

— Enseguida doctora —. Se giró para salir del consultorio dejando a Taylor algo inquieta por la visita de la otra rubia.

Cara entro airosa.

— Hey hey.

— ¿Qué haces aquí?—. Preguntó curiosa y ansiosa Taylor mientras terminaba de vendar a la cachorrita.

— ¿No te alegras de verme?

— Te veo siempre Cara, y el que estés aquí resulta muy raro y preocupante, jamás lo haces, ¿estás bien?—. Preguntó Taylor viendo los gestos de asco que su amiga hacía e intentaba retener. Era una exagerada, pero sabía por esa razón que debía tratarse de algo muy importante para ella si estaba dispuesta a entrar ahí.

Se relajó un poco ante aquella actitud habitual en ella. Al menos no era una cuestión de vida o muerte o traería otra cara.

— Sí, claro, solo es ese olor a... a animal mojado.

— Cara, por favor, huele a desinfectante­—. La regañó rodando los ojos y reprendiendo la con la mirada de aquellos gestos nauseabundos que estaba haciendo.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora