Capítulo 05

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Unos días habían pasado, la cama parecía demasiado cómoda como para dejarla, Karlie normalmente no era una persona floja, de las que les gusta holgazanear por horas, pero las circunstancias de haberse reencontrado con la amiga de su ex novia (también ex amiga) la tenían en un estado de ánimo no muy bueno.

No tenía nada que hacer, nada que no fuera trabajo, así que en vez de eso, solo le dio por quedarse acostada todo el día lamentándose, y más que nada meditando la propuesta/orden de Cara sobre irse de la ciudad.

En un principio Karlie pensaba que era su opción más viable, Cara solo le había dicho lo mismo que ella pensaba, no tenía nada ahí por lo que quedarse, nada bueno, había dolor en los recuerdos, había infelicidad, Karlie ya estaba harta de sentirse así. Debía irse, estaba convencida de ello, pero de pronto tanto tiempo para pensar le había jugado a mal, pensar en Taylor era en todo lo que podía hacer, desde que la había visto caminar por la calle a unos metros de ella se había desatado en su interior una vorágine de sentimientos que no sabía cómo descifrar aun con claridad.

De pronto quería poder hablar con ella, aunque fuera una última vez, una última como despedida, para cerrar ese capítulo amargo de su pasado, pero ¿Taylor querría hablar con ella? ¿Estaría aun dolida por lo que paso años atrás? Karlie esperaba y creía que no, Taylor era una mujer hermosa y no solo en el físico, tenía una personalidad y bondad envidiables, Karlie se aferraba a ese lado de la rubia y quería creer que las respuestas a sus preguntas serían positivas.

Taylor era todo lo que se podría desear, cualquiera podría enamorarse de ella, ese pensamiento le revolvió el estómago momentáneamente. ¿Qué acaso Karlie no era una persona hermosa también? Taylor se lo había dicho en alguna ocasión, pero eso no le había servido de mucho, no después de lo que hizo, sabía que el karma había hecho de las suyas y que se merecía el desprecio eterno de su rubia y de la amiga de esta. Pero aun así, alguna vez pensó que estarían juntas por siempre y sin duda alguna en su cabeza estaba segura que era la única de las dos que sufría hasta la fecha porque aquello no funcionó.

Quería irse, pero no sin ver a Taylor y haber zanjado esos asuntos. Quería escuchar de su propia boca que no la odiaba, que ya no le guardaba rencor por lo ocurrido antes, que la había perdonado. Karlie quería eso, pero también estaba la otra posibilidad, la que no la dejaba dormir, la posibilidad de que Taylor la tratara de la misma forma llena de desprecio con la que la había tratado Cara días atrás. Pero era un riesgo que tenía que correr.

Estaba decidida.

Ya pasaba del medio día, su habitación se veía sin embargo, algo lúgubre debido a que ni siquiera para abrir las cortinas se había parado de la cama. Lily le había llevado el desayuno a la cama, algo que había comprado en un local cercano a su apartamento porque no le alcanzaba el tiempo de hacer comida de verdad. La realidad es que Karlie carecía de apetito, pero sabía que no podía seguir así por más días, no era justo que preocupara tanto a su amiga, es por eso que muy a la fuerza Karlie se obligó a comer.

Sentía una pesadez en su cuerpo, una carga oscura que le engullía desde su interior, se sentía frustrada porque no sabía si algún día dejaría de sentirse así, si quizá sería feliz en algún punto donde ya no fuera Taylor la que ocupara su mente. Tal vez no.

Llegó al armario y hurgó en él por ropa decente que ponerse. Vió un par de vestidos, los descartó inmediatamente, Taylor solía usar mucho ese tipo de prendas y recordó de pronto lo que solía molestarse cuando Karlie no cedía a colocarse alguna. Sonrió involuntariamente. Su pecho dolió ante el recuerdo. La sonrisa se borró.

Lily solía llevarlos a menudo, a Karlie no le agradaba mucho usarlos, y Lily no la presionaba por hacerlo, por lo que se sorprendió a ella misma cuando tomó uno y antes de arrepentirse cerró el armario y se dirigió al cuarto de baño para cambiarse. Era un vestido ajustado, tanto que le recordó que tenía que ponerse a hacer ejercicio muy pronto, era azul con negro, tampoco su color favorito pero la sola idea de que Taylor estaría feliz si pudiera verla le agradaba y la animaba a salir pronto en busca de un encuentro.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora