Capítulo 62

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La puerta de la casa sonó y Taylor bajó las escaleras apresurada ante los gritos de aviso de Beth, eran alrededor de las siete de la mañana y ya tenía un par de horas despierta, Tate había tenido una mala noche y ella se sentía agotada para ni siquiera aun haber salido el sol completamente.

En la sala Beth la vio curiosa, ya no salía a la puerta por su cuenta y eso era ganancia, abrió y se encontró a Kariann en la puerta, cómo había prometido el día anterior ahí estaba para ayudarla con las niñas.

— Hola, pasa —. Se hizo a un lado para que se adentrase, la castaña la saludó y después fue directo a Beth.

La niña estaba sentada viendo caricaturas mientras se llevaba alternadamente galletas a la boca.

— ¿La llevarás a la escuela? —. Preguntó la castaña viendo como la niña estaba perfectamente peinada y vestida. Con la mochila aun lado.

— Si, es la última semana de clases y no se va a escapar solo porque su hermana no puede ir —. La niña hizo un gesto cuando posó los ojos en ella.

— Ash....

— Tate está arriba, ¿puedes quedarte con ella en lo que voy a dejar a Beth? —. Pidió la rubia tomando las cosas de su hija.

— Claro —. Tomó a la niña, su mochila y salió de la casa. La subió a la camioneta de Karlie y antes de arrancar su teléfono sonó con la notificación de un mensaje, iba a ignorarlo, pero pensó que tal vez era ella precisamente.

Y así era.

< Todo bien, llegó a medio día >

Sabía que no había ido nada bien y el hecho de que llegara tan pronto lo confirmaba, inicialmente pensaba en quedarse dos o tres días, pero ahora ni siquiera había resultado en uno su visita en Chicago.

Contestó con un simple:

< De acuerdo >

Ya habría tiempo de hablar. Se puso en marcha y llegando a la escuela bajó a la niña, la acompañó hasta la entrada, y cuando iba a despedirse de ella, la niña tiró de su mano llamando su atención.

— Mamá...

— ¿Sí?

— Es Dianna —. La niña parecía realmente contrariada, Taylor se sorprendió al oírla, volteó a dónde la niña estaba apuntando y efectivamente ahí estaba, la rubia estaba a una distancia considerable y parecía no haberse dado cuenta de su presencia, miraba hacia otro lado y jugaba con el teléfono en sus manos.

— Entra ya amor —. Taylor no le quería dar importancia, le dio su mochila y la niña se la puso obediente.

— No vamos a saludarla ¿Verdad? —. Claro que Beth no terminaba de asimilar que ya no tenían que. Taylor resopló y negó lentamente.

— ¿Recuerdas lo que hablé con ustedes hace una semana? —. La niña asintió. — Estoy muy enojada por lo que hizo, por lo que te dijo a ti y a tu hermana.

— Yo también —. Interrumpió la niña dejando a Taylor en silencio. — Dijiste que no te hacía feliz.

— Así es amor, así que no tenemos por qué saludarla, ella ya no es nuestra amiga —. Taylor se conmovió por lo que dijo su hija y le sonrió, la besó en la frente y la abrazó antes de dejarla ir. Beth asintió y caminó encontrándose con otras niñas, volteó fugazmente a decir adiós con la mano y Taylor hizo lo mismo.

Aprovechó para hablar con la maestra en la entrada, siempre rotaban y aunque conocía unas cuantas, esta vez no sabía quién era la de turno. Se acercó y preguntó por la actualización de datos, necesitaba quitar a Dianna de la lista de familiares, más valía prevenir, la conocía y aunque no quería pensarlo de ella se sentiría más tranquila intercambiando su nombre por el de Karlie.

Siempre Y Desde SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora