CAPITULO DOS

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Por un momento Yamasakura se separó del anciano para así ajustar tu camiseta, veía la mirada de Haru, era seria y tenía el ceño fruncido.
—Veo que si vino—Se acercó al abuelo para así agarrarlo de los hombros.
—Abuelo ¿quien es ella?—El anciano solo se alejó para encarar a la chica.
—Ella es una alumna mía, es amiga de Shinichiro y de la familia.—El anciano agarro la mano de Yamasakura para así darle entender que no estaba sola.
—Entiendo—Dio una sonrisa—Bueno ya que nadie me presenta yo lo haré, soy Haru Kiyoko y soy la prometida de Shinichiro, espero que seamos amigas.—Se acerco para darle un abrazo para después separarse y sacudirse el vestido.—Lo siento pero nosotros tenemos que seguir atendiendo a los invitados, discúlpenos.—Agarro a Shinichiro del brazo para así llevárselo. El solo volteo a verte y dio una sonrisa pequeña y acompañó a su prometida.
Sus lagrimas no podían aguantar lo que veía, como su primer amor se iba, se dispuso agarra su mochila y despedirse de el abuelo y los demás. Saliendo del lugar solo podía llorar en silencio, sus pasos eran tontos y su vista estaba borrosa, odia el echo de estar así, todo lo que podía hacer era llorar y ver donde podría abortar al bebé, no quería pero sabía que era lo mejor antes de traer a alguien al mundo que no pueda cuidar. Caminando hacia la casa de su madre toco la puerta y lo primero que vio fue a su hermano pequeño.
—Hermana, ¿Pensé que estabas en Shibuya?—Abrió más la puerta para que entrara.
—Vine a ver a mamá, ¿tu cómo estás?—Le sacudió el cabello—Me gusta cómo queda tu cabello Keisuke.
—Pienso cortármelo.—Agarro un mechón para después mirar a su hermana—Hermana...supe lo de Shinichiro, nos invito a mamá y a mi pero decidimos no ir ya que...sabemos lo que sientes....
—Quieres comer Yakisoba, lo preparo para ti ¿Te parece?—Se acerca para acariciarle la mejilla y un sonrojo salió de su pequeño hermano.
—Hermana ya tengo 15 años—Aparta la su mano de Yamasakura —Y si quiero, ¿puedo hablarle a Chifuyo?
—Claro háblale.— Yamasakura garro un mantel para así ponérselo y empezar a preparar todo.
Pasó un buen rato, Chifuyo llegó a la casa de los Baji, se reían y jugaban un poco de videojuegos, hablaban. La madres Yamasakura había llegado y acompañó a los chico con el juego de mesa, Yamasakura pensaba en la forma que le diría a su madre que estaba embarazada, sabía que su madre tenía mucho de que preocuparse, así que simplemente pensó una respuesta y esa era jamás decirle que iba a tener un bebé, total ella había pensando en Abortarlo y así su madre no se enteraría, el prestamos de la universidad pronto iba estar pagado al igual que el préstamo que había pedido al banco cuando Keisuke se enfermó.
Empezaron a levantar los platos de la mesa, los chico se habían quedado dormidos en la sala y Yamasakura se acercó a cubrirlos con una manta para que no se resfriaran, entro a la cocina y vio que si madre miraba las correspondencias, los leía atentamente y su sonrisa que había tenido hace un rato desapareció.
—Mamá, ¿qué pasa?—Rápidamente la madre de Yamasakura guardó el sobre, ella solo la miraba y se formó un sonrisa falsa en su rostro.
—Cariño, ¿ya cubriste a Keisuke y Chifuyo? Deberías ir a descansar tu igual hija, ya es tarde y mañana tienes que regresar a la universidad.—Empezó a enjuagar los platos, La madre de Yamasakura siempre le ocultaba cosas, por ejemplo cuando su padre los abandonó, cuando se había enfermado o cuando el cobratario se cobraba de otra forma a su madre y eso que Yamasakura lo descubrió por sus propios ojos.
—Mamá, vamos muéstrame ese sobre—Extendió la mano para recibir la carta y su madre se había quedado en silencio, sabía que no podía ocultarle nada a su hija que tantos años le había ayudado. Saco el sobre que tenía en su bolso, lo desenrolló y cubrió su rostro después de entregárselo a su hija. Era una deuda de 100 mil yenes, el rostro de Yamasakura había vuelto a ser pálido, no era exactamente la cantidad que tenía pero podía al menos cubrir la mitad de la deuda, pero sabía que ahora debía tener al bebé si le daba el dinero a su madre, en su mente pasó Keisuke, no quería que viera todo esto, así que saco su tarjeta de ahorros de su billetera para entregárselo a su madre.
—Mamá, toma, al menos se cubrirá la mitad de la deuda, ya después consigo la otra mamá, trabajaré doble y con la beca puedo cubrir mis gastos y también la deuda.
—No, cariño. Cómo crees, no te preocupes por estas cosas, mejor vive tu vida, eres joven y hermosa, yo sé lo que hago soy tu madre, por qué no sales con alguien ya vez a Shinichiro el se casará pronto con esa chica malhumorada. Hija, no tienes que preocuparte más por nosotros, solo...
—Mamá, no quiero que Keisuke deje la escuela para trabajar, agarralo, yo... me tomare un tiempo para termina de la universidad, No me siento bien para seguir.
—Hija, pero si fuiste la mejor de tu generación, te llevaste reconocimiento en tus primeros años de medicina, si esto es para conseguir trabajo no te...
—Mamá. Ya basta, he tomado una decisión y se acabó, toma el dinero y paga esa deuda, mañana a primera hora iré contigo y después me iré a Shibuya de acuerdo.—Dejo la tarjeta en la pequeña mesa y fue al baño para encerrarse.
Se había tirado en el suelo, todo lo que había pensado se iría a la mierda, su vida, la de su familia, todo por dejarse llevar y querer aprovechar ese momento para estar con el chico que toda su vida amo, cubría su boca para no soltar un sollozo y lo escuchara su madre, solo podría llorar en silencio imaginando que ahora Shinichiro abrazaba aquella chica, de mirada dulce y con belleza, feliz de que se casaría con un bien chico, las lágrimas de Yamasakura no dejaban de salir, ahora debía de pensar en el bebé que vendría en camino, lloraba por cómo su bebé sufriría carencias, como un odio podría formarse al ver a su bebé de que le arrebató sus sueños, pero no podía dejar que eso la derrotara, ella debía salir por su pequeño, las lagrimas dejaron de salir y empezó a rezar, algo que no hacía mucho tiempo desde que Keisuke se había resfriado y no despertaba, rezaba que todo saliera bien, que la vida la ayudara a salir de esta con su bebé, quería sonreír y olvidar al chico que amaba y que nunca se enterara del bebé que tendría con el, oraba por la felicidad de su amado y por la de ella.
Saliendo del baño su madre aun trabaja en la contabilidad de la pequeña farmacia que dirigía, le dio un beso a su madre sin antes disculparse por alzar la voz, su madre solo pudo regalarle una sonrisa, camino hacia Keisuke y le dio un beso en la frente al igual que Chifuyo que lo trataba como un hermano menor igual, camino hacia su antigua habitación para encerrarse y ver la fotografías que alguna vez se tomó con Shinichiro, en ninguna de veía sonriendo, solo volteaba a ver si miraba hacia la camara, pero había una en donde todos sus amigos y la ahora prometida de Shinichiro aparecían juntos y el sonreía son un pequeño sonrojo.
—Nunca te había visto sonreír así cuando estabas conmigo.—Agarro la fotografía para así guardarla en un cajón, había decidido abandonar su amor y tendría que salir adelante con su pequeño y que jamás se entere, no quería que su hijo lo tomaran culpable de una ruptura. Se dispuso arrancar todas las fotografías donde el aparecía, los regalos de cumpleaños, latas de soda que conservaba por qué se los daba Shinichiro, retratos que ella le hacía escondidas, todo los puso en una caja para así sellarlas por completo.
—Sientes un Deja vu mientras estas con ella—Se dijo para ella misma—A ella si la amas...mierda.
Agarro la caja para así llevarla al sótano de su pequeño departamento, dejando en lo más profundo del sótano donde nadie pudiera alcanzarlo. Cerró con llave la puerta para así guardarlo de nuevo en el pequeño cajón donde guardaban las llaves que no usaban, tomo un corta ducha y se acosto, sus ojos aún estaban hinchados pero mañana acabaría todo, se iría y jamás volvería a su primer amor.

We fell in love in October  // Shinichiro Sano X OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora