CAPITULO DIESCISEIS

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Mikey pasaba por un florería, vio que los tulipanes habían llegado ya, entró en la florería y salió con un ramo de tulipanes.

El día estaba nublado, era un 30 de septiembre, esta vez el día estaba como su estado de ánimo, en las noticias habían anunciado el pronóstico pero eso no estaba en la mente de Mikey.

Camino un poco hasta llegar a la esquina donde estaba Draken y Chifuyu esperándolos, empezaron a caminar hasta el hospital, no decían ninguna palabra solo caminaban.

Al llegar ahí entraron a la habitación, Shinichiro estaba sentado y recostaba su cabeza en el mano de Yamasakura, Keisuke había llevado a su madre a comer, los chicos entraron y hablaron a Shinchiro.

—Oí, hermano tonto—Lo golpeó Mikey en el hombro.—Actúas como si hubiera muerto.

Shinichiro alzo la cabeza y se rasco un poco los ojos.

—Lo siento, me había quedado dormido, Yamasakura se había desmayado en el sala de parto.—Se sentó un poco.
—Entiendo, le traje estas flores, pensé que estaba despierta.—Puso las floras a un lado donde estaba su camilla.—Por que no vas a comer algo, apestas y ella odia vernos sucios.

Shinichiro se veía acabado, estaba muy asustado, Yamasakura se había desmayado y eso lo preocupó demasiado, salió de la habitación para dejar a los chicos al cuidado de Yamasakura. Al empezar a caminar se tropezó con una enfermera.

—Vaya, perdóneme—Se disculpó la chida dando un reverencia—Usted es el papá del bebé 240—Shinichiro había escuchado de la madre de Yamasakura que ese era el número que le dieron para identificarlo.
—Si, si, es mi bebé.—Respondió rápidamente.
—Vaya, es un bebé muy bonito, puede verlo a través del cristal, solo que no haga ruido, los bebés están durmiendo, sígame.

Shinichiro seguía a la enfermera por los pasillos, estaba nervioso, no pensaba que de la noche a la mañana sería papá, al llegar al pasillo de bebés, miro tras el cristal.

—Mire, es este bebé.—Los ojos de Shinichiro se habían iluminado, el bebé era pequeño, tenía el cabello negro al igual que ellos dos y la piel rosada, movía un poco su boca para bostezar—Su bebé es el más tranquilo, el dejo de llorar al comer, es muy bonito.

—Si... si lo es.—Shinichiro puso sus manos en el cristal y veía a su pequeño, era tan chiquito que podría caber en su mano.

—Su bebé nació un 29 de septiembre, ¿sabes que se celebra?

—No, no tengo idea.

—Es el día mundial de los mares y del corazón, nació en un día lleno de amor y también especial, ¿No lo cree?

—Si... es un día muy especial.—Sonrió de nuevo para ver al pequeño bebé que estaba rosado y envuelto.

—Lo dejare señor Sano.—La enfermera se despidió, mientras el seguía viendo al pequeño dormir.

Yamasakura estaba despertando, sus mirada se hacía borrosa pero poco a poco se hacía visible, lo primero que vio fue a los chicos que estaban acomodando los tulipanes en el jarrón.

—Chicos... ¿qué hacen?—Dijo con la voz un poco baja.

—¡Hermana mayor!—Se acercó Rápidamente Mikey.—Despertaste, ¿Como estas? ¿Llamamos al doctor?

—No... estoy bien, solo que un poco confundida, solo recuerdo que vi a... ¡Donde está mi bebé!—Alzo un poco la voz.

—Tranquila está durmiendo nos dijo la enfermera.—Yamasakura se tranquilizó y solo puso lanzar una sonrisa.

—Ya quiero ver a mi pequeño.—Dijo emocionada.
—Dijo la enfermera que pronto podrás cargarlo, así que se paciente.

—Lo se, ¿ustedes lo vieron?

—No, pero Shinichiro si—hablo Chifuyu, el sabía todo, no quería alarmar a Yamasakura pero ella estaba tranquila, tal vez no tenga idea de que el es el padre, así que solo agarro las manzanas que estaban cortada y se puso a comerlas.

Pasaron las horas y los chicos seguían con Yamasakura, ella estaba feliz por qué lo chico le explicaban cómo era el bebé, ella estaba entusiasmada e imaginando las manitas de su bebé, la madre de Yamasakura había ido a descansar al igual que Keisuke, los chicos igual irían a sus casa antes de que anocheciera, ellos despidió con un abrazo.

Unos par de minutos pasaron y Yamasakura quería dormir hasta que la puerta de su habitación se abrió, pensé que era uno de los chicos que había olvidado algo pero no, era Shinichiro que estaba mejor ahora, ella solo lo miraba, la mirada de Yamasakura volvió a dirigirse a la ventana, ya no le importaba que Shinichiro estuviera ahí, estaba feliz, ahora su bebé estaba en el mismo lugar que ella y pronto lo vería.

—Yamasakura...—Shinichiro se sentó a un lado de ella.
—¿Es lindo mi bebé?—Preguntada con una sonrisa en el rostro.
—Si... es, es muy hermoso—Sonrió igual Shinichiro.

Los dos se miraron y por un momento se quedaron callado, ella solo veía a su ventana hasta que Shinichiro la agarró de la mano.

—Ya...Yamasakura, quiero preguntarte algo, se que no es buen momento... pero...—Shinichiro la miro, los ojos del bebé eran igual a las de ella, durante su infancia Yamasakura le había contado que ella tenía los ojos de su padre, aveces ella se ponía pupilentes para tener el color de los ojos de su madre, las de Keisuke eran igual a los de su madre y ella quería tenerlos igual, sus compañeros de un día para se preguntaban por qué ella había cambiado de color azules pálidos a color Avellana, Shinichiro cuando la vio le pareció extraño pero no quería cuestionarla y simplemente la dejo ser, cuando empezó a ir a la universidad dejo de usarlos y se les notaba sus ojos, eran muy bonitos pero a ella le avergonzaba mucho.

Shinichiro se había quedado con ella, estaba leyendo una revista de famosos, no le gustaba pero era lo único que podía tener para distraerse, Yamasakura se había quedado dormida mientras platicaban de algunas cosas, pasaron unos minutos más y ella estaba despertando, tenía tanta ilusión de ver a su pequeño pero aún no era tiempo, la madre de Yamasakura había llegado y salido, de paso saludó a Shinichiro que estaba durmiéndose, la madre de Yamasakura le dijo que fuera a descansar, Yamasakura lo vio demasiado cansado como para manejar hacia su casa.

—Shini—El volteó a verlo—Oh perdón, Shinichiro, por que no vas a dormir a mi casa, debes estar cansado como para manejar hacia tu casa, ahí puedes llamar a tu prometida y decirle que está aquí.

Yamasakura solo le sonrió, en ese momento shinichiro recordó que debía romper su compromiso con Haru, contarle que ahora tenía un hijo y aún Yamasakura no lo aceptara en su corazón el estaría para su primer hijo.

—Te lo agradezco mucho pero... será mejor que vaya a mi casa.
—No, no te vaya a pasar algo en el camino.—Yamasakura le había dicho a su madre que le diera su bolso y se ahí saco unas llaves.—Está es la llave de mi habitación y de la casa, vamos, ve y descansa.

Shinichiro vio las llaves y en el tría el llavero que el le regalo en su primer cumpleaños, recordó que lo había sacado en una máquina de juegos y era un sapito, se había acordado que a Yamasakura le gustaban los sapos y se lo regaló, una risa se formó en su rostro y volteó a ver a Yamasakura.

—Gracias, iré a descansar.—Le sonrió al igual que ella hacía lo mismo, salió de la habitación y empezó a caminar sin dejar de formar una sonrisa en su rostro.

Mis bendiciones nacieron y estoy algo ocupada con la placenta de mi perrita😩 perdón si son cortos trataré de hacerlos más largos.

We fell in love in October  // Shinichiro Sano X OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora