CAPITULO VEINTIUNO TEMPORADA DOS

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Shinichiro se quedó un rato callado, Hanae esperaba que le contara todo, sabía que habría alguna explicación aunque sería difícil de comprender.

Shinichiro tragó saliva y se secó algunas lagrimas, le dolía el echo de que su esposa estaba apunto de morir, que estaba en ese estado por qué el la había traicionado, sabía que el corazón de Yamasakura estaba roto, quería verla reír y bromear con el cómo antes, hacer un beso de Sándwich con ella y Yamato, todo se había derrumbado por culpa de lo que sucedió.

—Hanae... yo, se que no merezco perdón pero quiero explicarle todo a Yamasakura.

Shinichiro trataba de no llorar y se tranquilizó un poco.

—Yo amo a Yamasakura mas que a nada en el mundo, se que lo que hice fue faltarle al respeto a ella y fallarle, Jade y yo nos dimos cuenta demasiado tarde de lo que hacíamos, hicimos cosas que dañaron a muchas personas y en especial yo con Yamasakura, ella me hace feliz, es una esposa linda, amable y dulce.

El ambiente se sentía triste y tenso, Shinichiro revolvía su cabello desesperado, sus sentimientos estaban seguros y necesitaba hacerles entender que estaba arrepentido.

—Hanae, yo la amo, la amo tanto y no podría estar sin ella, me ayudo en mis peores momentos y así le pague, fui un imbecil.—Las lágrimas empezaban asomarse, las manos de Shinichiro temblaba.—No entiendo por qué lo hice, todo estaba bien, yo estaba feliz con ella y quiero seguir siendo feliz con mi esposa, con la chica que me case, ella dijo que jamás noté su existencia después del embarazo. Claro que si la notaba, su linda calidez era algo que todos los de BD veíamos, su presencia ahí era algo fundamental.

Hanae encendió un cigarrillo tratando de entender todo de el.

—Cuando me casé con ella, estaba feliz, me sentí afortunado de que ella estuviera apunto de ser mi esposa, se veía linda con su vestido de novia, nuestra luna de miel, cuando compramos las casa, todos esos momentos los aprecié tanto por que me hicieron el hombre más feliz del mundo, pero la tuve que cagar.

Hanae sintió sus palabras sinceras, ella podría verlo así pero Yamasakura sería otra cosa, cuando se le metía algo en la cabeza ya no daba vuelta atrás y si ella decidía dejarlo, sería el fin de todo.

Hanae suspiró encontrando las mejores palabras para decirle, sentía que todo debía tener una explicación y si Yamasakura quiera darle una oportunidad de demostrar el cambio, sería decisión de ella.

—Shinichiro, Yamasakura es una chica dulce y es muy amable, pero sabes que esto la destrozo como no te imaginas, Joly me contó cómo fue durante su embarazo, estaba sola y trabaja para El Niño, no es fácil se madre soltera y afortunadamente ella te dio una oportunidad de estar con Yamato y ella.
Siento que deberías de hablar con ella, explicarle todo y demostrar con echos no con palabras que mereces el perdón, pero debes tener en cuenta que ella tal vez te perdone pero jamás lo olvidará y la confianza no será igual.

Shinichiro sabía bien las palabras que Hanea le dijo, demostraría con el tiempo que cambiara y haría lo posibles para que su matrimonio vaya en un buen camino antes de que se desvíe por completo.

—Shinichiro, te ayudaré hablar con ella, pero si ella se niega rotundamente hablar contigo ahí no podrá hacer nada.

—Si, yo... yo quiero hablar con ella, explicarle todo, no importa si tengo que tomar terapias de pareja, si tengo que pedirle perdón de rodillas, quiero verla Hanae... Por favor, quiero verla.

Hanae suspiró y se levantó, miró en los pasillos y luego sacó una tarjeta.

—La habitación veintiocho pasillo tres, no hagas nada y solo mírala, te avisaré cuando despierte y se encuentre estable.

—Si... eh, yo que tengo.

—Solo ve.

Shinichiro asentó con la cabeza y fue caminando rápido hacia la habitación de Yamasakura, Hanae se quedó observando cómo se iba y volteó para ella ir a descansar hasta que vio a Aslan bebiendo un café.

–Parece que le creíste.

–Así como alguna vez te creí a ti Aslan, y cuando tú creíste en mi.

—Cierto, tal vez no estamos juntos pero hacemos lo posible por nuestro hijo.

—Si, espero que todo acabe bien.

Shinichiro pasó la llave a la cerradura y entró a la habitación en silencio, Yamasakura estaba en la camilla y se veía tranquila respirando, Shinichiro se acercó para verla más de cerca.

Aún tenía sus mejillas algo rojas, sus labios estaban resecos y con heridas, sus pestañas largas que estaban algo quebradizas, se veía más delgada de lo normal no había comido como era debido durante los dos días que estuvo encerrada, Shinichiro se sentó a lado de la camilla solo observándola estaba aliviado de que siguiera respirando que esté bien, Agarro su mano y se dio cuenta que aún seguía con su anillo de bodas, al igual que el lo tenía puesto.

Acaricio su mejilla con una mano y ponía su cabello atrás de sus orejas, su cabello estaba algo revuelto pero aún seguía suave y con ese aroma a margaritas, Shinichiro recostó su cabeza en la camilla y miraba a Yamasakura descansar, la habitación del hospital era fría pero con las manos de Yamasakura se sentía cálido y todo lo demás no importaba, la tenía cerca, tan cerca que apreciaba el momento aún que fuera el peor, sabía que estar cerca de ella le causaba paz y sentía que podría lograr cualquier cosas y estaba dispuesto hacer lo posible para seguir con ella, aunque fuera lo último que hiciera.

A la mañana siguiente Takeomi llevaba a Yamato a la guardería, le había pedido a Hanae que si el podría llevarlo ya que no lo había visto, Hanae accedió y le dio el permiso, Yamato iba más callado de lo normal, no saludo a nadie y fue corriendo hacia Shing que estaba guardando su zapatos, Takeomi sabía que Yamato sentía ya la ausencia de sus padres y más la de su madre, iría al hospital a verla y preguntar cómo estaría de su salud.

Al llegar el hospital estaba tranquilo, hasta que una multitud preguntaba por la Dr. Yamasakura Sano, mucha gente exigía verla por el descuido repentino de sus pacientes, sus internos estaban avisando el motivo de su ausencia hasta que Aslan se interpuso y puso un alto a todas las personas que ofendían a Yamasakura.

Takeomi subió a la habitación y sostenía firmemente el ramo de flores, sabía que después de la discusión debía pedir disculpas apropiadamente para poder ayudarla, Takeomi agarro aire y fuerzas para entrar por fin.

Al ver por dentro de la habitación Shinichiro estaba lejos de la camilla, Yamasakura solo miraba hacia la ventana y su mirada estaba tranquila, triste y perdida.

—Yamasakura.

—Miran como sopla el viento los pétalos del árbol.

Takeomi miró hacia la ventana y veía los pétalos cruzar, Yamasakura estaba sentada tranquila y abraza de sus piernas, Shinichiro estaba lejos de ella no quería incomodar su espacio y Takeomi se puso al nivel de el.

Yamasakura dio una última cucharada a su gelatina y miró a los dos chicos, Takeomi estaba nervioso ya que la última vez que la vio fue por una discusión, Takeomi se acercó a ella dejando el ramo de flores.

—¿Son para mi?—Sonrió y Takeomi asentó con la cabeza.—Es muy dulce de tu parte Takeomi.

Yamasakura olió las flores para luego abrazarlas y sonreír, era algo extraño ver la escena después de una ruptura y que ella estaba apunto de morir, Shinichiro seguía ahí, parado observando cómo ella estaba tranquila sin prestarla atención, Yamasakura lo miro y su sonrisa fue desapareciendo.

—Yamasakura, yo...

—Shinichiro...—Yamasakura lo miro y el solo se acercaba poco a poco.

Quería acercarse para verla un poco más de cerca, pero Yamasakura dejó la flores y junto sus manos, Shinichiro alzo la mirada y vio que ella lo miraba directamente.

—Te dejaré explicarme todo lo qué pasó, creo que no mereces que te escuche, pero no soy cruel y mucho menos mala, así que hablar de una vez.

Yamasakura miró hacia la ventana y el viento seguía soplando fuerte, ella miró sus manos y su mirada era triste pero ahora debía ser más fuerte ante todo lo que le diría Shinichiro.

We fell in love in October  // Shinichiro Sano X OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora