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POV EMILIO

-Llegamos al hotel Joaquín ¿quieres entrar? - le digo


-No lo sé.- dice.

- ¿Qué es eso que no sabes?


  Se remueve en el asiento del auto

¿No quieres pasar? - vuelvo a preguntar. 

Sigo intentándolo pero esta vez me muestro amable.  Él me había dicho que vendría aquí y ahora no quiere pasar.


-¿Porqué quieres que pase? - dice Él se ruboriza y noto que me pica aún más la curiosidad.


-Ya es tarde, mejor me voy a mi casa.- dice nervioso

¡Vaya!  no esperaba esa respuesta.  ¡Mierda! Marcos haz algo para que se quede.


-¿Porqué?  Me dijiste que aceptabas venir aquí.- le digo molesto.

¡Oh, Dios!  ¡Este chico es frustrante!  Primero me dijo que si, y ahora me dice que no.  Tengo que animarlo para que me acompañe a mi habitación.  Él vuelve a removerse, incómodo, y no aparta la mirada de sus dedos.


-Vamos, Joaquín.  No te haré nada, si es que no quieres.- le digo dándole mi mano, él la acepta a regañadientes.



Estamos por entrar y aparece Mía gritando.


  -¡Joaquín, viniste!  Te estuve esperando, pensé que no llegarías.- dice dando saltitos.



  -Estuve algo ocupado- dice él tímidamente.


  -Disculpen ¿ustedes se conocen? - pregunta mi entrometida hermana.

¡Mierda!  ¿Qué le digo?



Joaquín me mira y ve que no digo nada, entonces él contesta.


  -No, acabamos de conocernos.- dice mirándome con tristeza.

-Ah, ya veo.  dice Mía, pero no se detiene ahí.  -¿Qué tal si vamos a mi habitación? - y se lleva Joaquín.



¿Cómo es posible?  esto era algo que no estaba en mis planes.  Tendré que hacer algo para que mi hermana deje en paz a Joaquín.  ¡Es exasperante!



Mía no me puede hacer esto pero algo se me tiene que ocurrir.  Paciencia, Marcos.  ¡Mierda!  ya sé.  Ahora verás, hermanita.


Me voy a la habitación de Mía, golpeo y es Joaquín quien me abre la puerta y veo que Mía esta haciéndole un desfile, Joaquín solo sonríe.


-Mía papá y mamá me dijeron que busques a Kiko- le miento.

-¿Qué pasa con Kiko? - pregunta. 

-No lo sé, pero creo que salió. - le digo.


-Esta bien, pero quédate con Joaquín hasta que vuelva- dice.


  Joaquín traga saliva y me mira, nervioso.  Espero que no salga corriendo por que la verdad deseo esto, muchísimo.  Veo que Mía se retira y Ya está: o es mía o a la mierda todo.


  -Joaquín ¿puedes venir a mi habitación? - le pregunto tendiéndole mi mano, él solo me mira.




-De acuerdo.- Me responde después de lo que pareció una eternidad y con cautela, me da la mano.

-No voy a hacerte daño, Joaquín- le digo entrando a mi habitación. 



-¿Qué quieres de mi Emilio? - pregunta mordiéndose su labio.

Las sombras de Marcos & BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora