Las sombras de Marcos & Bondoni

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POV JOAQUÍN

-Baje joven- me dice el gorila de Marcos.

  Yo solo obedezco no quiero que me haga algo.Y salgo del auto para ver que el tipo este le obedeció a rajatabla a Emilio y me trajo al aeropuerto, a lo lejos veo un jet privado con las letras Marcos ENTERPRISES HOLDINGS INC.  ! Este hombre si que tiene dinero.

-¿Qué hacemos aqui? -Pregunto abrazandome a mi mismo.

Este crop top es incómodo, tiene un gran escote y la abertura que tiene y me llega hasta el inicio de mi peson hace que tenga mucho frío.

-Joven, no debo decirle nada.- responde el idiota. 

-¿Entonces que hago? -Le pregunto. 

-Usted si quiere, puede subir de una vez al avión.- me responde con tono cortante. 

-Tengo una mejor idea: yo me voy de aqui.-le digo y empiezo a caminar.

  -¡Espere!  Joven Bondoni, usted no puede irse.- Dice el chofer de Marcos caminando detrás de mi. 

-¿Qué si no puedo?  ¡Mireme! - le digo mientras me doy vuelta y sigo caminando- Usted o su jefe no pueden reterme en contra de mi voluntad.- espeto molesto.

-joven, por favor espere, no quiero meterme en problemas.-Dice él y yo casi voy corriendo.

  Maldito Marcod, ¿Por qué quiere viajar conmigo?  Si no me ama ni le importo.

Voy sumido en mis pensamientos que ni cuenta me doy que un auto viene en frente de mi.  Yo me aparto y sigo con mi caminata.

  -¿De nuevo huyendo, joven Bondoni? -Dice una voz sexy tras de mí.

Me volteo a ver y ahí está él, impecable como siempre.  Emilio Marcos: El hombre que más amo en esta vida, y también el hombre que más me ha hecho sufrir. 

-Yo me voy de aqui-le digo enojado mientras me abrazo por el frío que tengo.

-Usted no se irá ninguna parte.  Joven Bondoni vendrá a Aspen conmigo.- me responde Marcos. 

-Emilio ... por favor, quiero irme a mi casa.  Tengo hambre y frío.- protesto cansado.

  -Entonces, ven conmigo.-me respondió él tendiendome la mano.

-No, Marcos.  Yo no iré a ninguna parte contigo.-le respondo agotado, ya no quiero pelear con este hombre.  Me siento agotado emocionalmente.

-Joaquín, vas a venir por las buenas o te obligo a venir.-me desafía.

-No te atreverías.- le respondo con tono de voz desafiante.

-Ay precioso, los dos sabemos que si me tiras el guante yo estaré encanto de recogerlo.- dice y esboza una sonrisa.

-Ya Marcos, mejor me voy.-le contesto harto de esta situación.

Me volteo para seguir caminando, pero Emilio se agacha y me agarra las piernas.  El muy idiota se ha atrevido a cargarme como un niño de cinco años.

  -¡Bájame, Emilio! - digo pegandole a su espalda.  Él me da un azote en el culo de la misma manera que en Georgia.

-Comportese, joven Bondoni.-dice y vuelve a darme otro azote.

Afortunadamente me envuelve mis piernas desnudas con su propio abrigo.  Emilio me lleva cargado hasta el avión, cuando pasamos por el pasillo del avion la azafata nos mira de forma divertida.  Llega en un asiento y me baja.

  -¡ldiota! - le digo furioso. 

-Ya vuelvo, precioso.  Ponte cómodo.-Me dice haciendo caso omiso a mi furia.  Observo como él va a la cabina donde está el piloto.  Yo aprovecho de admirar el avión.  ¡Madre mía!  si que es lujoso.  Este hombre tiene más dinero que sentido común.  Todo aqui es elegante y lujoso.

Me siento fuera de lugar en este avión.Yo nunca he soñado con grandes riquezas ... Soñaba con encontrar a maravilloso un hombre que me ame con mis defectos y virtudes;  que me respete y me haga feliz;  que le grite al mundo que me ama, pero pedir eso es imposible.  Emilio nunca me amará a mi y a nuestro bebé.  Una lágrima cae por mi mejilla.

-Abrochese el cinturón, joven Bondoni.-me indica Emilio, haciendo que me sobresalte y sacandóme de mis tristes pensamientos -¿Por qué lloras Joaquín? -Me pregunta Emilio con voz teñida de tristeza, y limpia mi rebelde lágrima.  Se le ve tenso.Lo miro a los ojos y brillan. 

-¿Por qué haces esto si no nos quieres? - Le digo y nuevamente se me escapa una lágrima.

  -Joaquín, por favor ...- susurra.

  -Joaquín nada ... Emilio, por favor te pido: ya no me hagas sufrir más.  Ya no, estoy cansado.-le súplico.

-Abrochate el cinturón, que el avión va a despegar.- me dice desviando nuestra conversación.

Yo niego con la cabeza y me voy a sentar.  Me abrocho el cinturón y no puedo evitar sentir pánico.  Odio cuando despega el avión, me aterra.  Y nuevamente mis lágrimas no puedo detenerlas.  ¡Malditas hormonas !, me duelo el estómago de los nervios y me pongo a llorar. 

-Joaquín, por favor no llores.- Me ruega Emilio sentandóse a mi lado, -odio verte llorar, y más si es por mi culpa.  Perdón por provocarte dolor.- Me dice con voz ahoga por la emoción.

Mis lágrimas no paran.  Estos días han sido los peores días de mi vida.  Todo me supera, las nauseas, las amenazas de Jack, las recriminaciones de mis amigos y el desamor de Emilio.  Siento que no puedo con todo.

-Emilio, odio los despegues y aterrizajes.-digo sozollando.  El asiente con la cabeza y me agarra mi mano.

  -No te preocupes, Joaquín.  Yo te cuidare.-Me dice con ternura.

Después del horrible despegar del avión me siento más tranquilo.  Emilio ordena que nos sirvan comida;  nos sirven salmón gratinado con salsa blanca, vino y agua mineral.  Después de comer la comida que estaba deliciosa, me siento muy cansado.  Así que cierro mis ojos ...

Me despierto y me doy cuenta que estoy en una lujosa habitación.  ¿Dónde estoy?  Me levanto, pero caigo encima de la cama de nuevo.  Seguramente Emilio me trajo aquí.  Me siento mareado. 

-Despertaste.-dice Emilio entrando a la habitación.

-Eso creo.-digo tratando de sonar tranquilo.

-Joaquín ¿estas bien? -Me pregunta preocupado.

-Solo es un mareo, pero en mi estado es normal.- digo.  Emilio se tensa.Y me doy cuenta que él no quiere a mi bebé.  -No se preocupe por mi o por mi hijo, señor Marcos que no lo necesitamos.-le digo con odio.

-Joaquín, basta.-dice furioso.

-¿BASTA?  ¡USTED SEÑOR MARCOS!  ¿ POR QUÉ NO ME DICES POR QUE ESTOY AQUI?  ¿POR QUÉ NO ME DEJAS VIVIR EN PAZ?  ¿POR QUÉ NO DESAPARECES DE MI VIDA? -Le grito con rabia.

-¡POR QUÉ NO PUEDO! -me respondió furioso. 

-¿Y POR QUÉ NO PUEDES, EMILIO?  ¡DEJA DE SER TAN CONBARDE Y DIME!  ¿POR QUÉ NO PUEDES?  ¡ MALDITA, SEA MARCOS! - grito desafiandolo.

  -¡JOAQUÍN YA BASTA! -Grita y se pasa los dedos por el pelo.

  -¡JOAQUÍN, NADA ..!  ¡MARCOS, ERES UN MALDITO COBARDE QUE NO ES CAPAZ DE DECIR LO QUE SIENTE! - le digo y empiezo a golpearle su pecho.

  -¡ES VERDAD, SOY UN MALDITO HIJO DE PUTA QUE TE AMA! - dice dejándome en shock.

-¿QUE? -Grito sorprendido. 

-¡QUE TE AMO, JOAQUÍN!  ¡Y NO PUEDO VIVIR SIN TI!