-31

172 23 5
                                    

POV EMILIO



-Lo primero, desnudarte- dice Joaquín.






¿Qué le digo?  Una parte de mi le gustan las caricias de Joaquín, pero otra parte tiene miedo.  Es increíble lo que me hace este niño, hasta fui capaz de revelarle algunas de mis sombras ... No todas, Marcos.  Si supiera sobre todas tus cincuenta sombras, te odiaría.  Solo le revelé el inicio de mis jodidas sombras, no toda mi mierda.  Yo sé que él seria incapaz de hacerme daño, al menos no intencionalmente.  Fue liberador revelarle algunas cosas de mi, me sentí mucho mejor solo con revelarle algunas de mis malditas sombras, hizo que me sintiera muy bien, ni todos los estúpidos psiquiatras que me han tratado me estoy conectado sentir bien como él lo hace.






  -No te preocupes, solo quiero que me hagas el amor- agrega al notar mi tensión.





-Esta bien, pero acepta el celular y así podre comunicarme contigo cuando llegue a Seattle- le digo, a veces es tan testarudo.



Él no le interesan las cosa materiales, él es diferente a todas los hombres que he conocido.  Este dulce niño es capaz de poner mi mundo patas arriba si se lo propone ...





-Esto no es correcto- dice mi dulce Joaquín.





También él tiene sus sombras, aunque con la mala madre que tiene cualquiera podría tener sombras. 





-Joaquín, ya déjalo ¿si? - le digo.





Él me mira seductoramente y me saca la camisa yo alzo los brazos para facilitarlo quedándome en jeans.




-No te tocaré, dice.


Yo lo miro, atento a todos sus movimientos;  por que no se lo que hará. Después Joaquín me lleva a sentarme en el borde de la cama.





-¿Y ahora qué?  -pregunto.






-Quiero besarte aquí.-dice mientras desliza su dedo sobre mi vientre. 





-Adelante.  Siéntete libre, no voy a detenerte- le susurro.






Hace mucho tiempo que no dejaba que un hombre tomara la iniciativa.  Desde Palo... No vayas ahí, Marcos.  No hay comparación: Joaquín es dulce, inocente.  Él es bueno.  Polo era un sádico viejo brujo.






Él se pone de pie delante de mi y se quita su ropa quedando completamente desnudo delante de mi.  Ya no tiene vergüenza a su desnudez, como solía tenerlo.  Me gustó cuando Joaquín se desvistió, así puedo mirar libremente su hermoso cuerpo desnudo.





Yo me froto las yemas de los dedos, me muero por tocarlo.  Él tiene un cuerpo maravilloso.  Es perfecto, simplemente perfecto.  Y él es toda mío. Por ahora es tuyo Marcos.





-Eres Afrodito, Joaquín.-Le digo por que es hermoso, todo de él es hermoso.  Como me gustaría que nadie más lo vea así. 





Él se acerca y me agarra la cara con sus manos y me besa, delicadamente y yo no puedo aguantar más.  Mientras nos besamos, lo sostengo por las caderas para tumbarlo en la cama y dejarlo debajo de mí.  Le obligo a separar las piernas con las mías mientras nuestras lenguas se entrelazan.  Exploro sus curvas con las manos, saboreando su hermosa piel.  Quiero sentir cada pedacito de su cuerpo.  Deslizo mi mano sobre su muslo, por encima de la cadera y a lo largo del vientre hasta alcanzar uno de sus pesones.  Lo toco, lo masajeo;  él gime y frota sus caderas contra mi erección que se está esforzando por salir de mis jeans.







Estoy aquí, en este momento, con mi hermoso niño, con Mi Joaquín.  Me froto contra él más fuerte, le rozo en el punto sensible en una lenta y delicioso tortura ... frotándome, frotándose hasta hacerlo gemir.





¡Mierda !, esto es lo que hacen los adolescentes .. No, estamos haciendo el amor.  Es la primera vez que lo hago y que mejor con él que también es su primera vez.  Cuando me regalo su virginidad, lo follé, así que no cuenta. 







Esto es embriagador hasta el punto de olvidarnos de todo y de todos, quiero perderme en él y que él se pierda en mí.  Mientras seguimos besándon sus manos deslizan por encima de mí y terminan dentro de mis jeans, apoderándose de mi erección.  Me arrodillo para quitarme los pantalones y los calzoncillos, olvidándolo todo, salvo nosotros.




-Me deseas nene, y está claro que yo te deseo a ti.  Ya sabes qué hacer.-le digo y le doy el paquete de condones.





Con dedos ansiosos y diestros, rasga el envoltorio, desenrolla confiadamente el condón sobre mi longitud, mientras disfruto.  Me gusta este Joaquín seguro.  Le he enseñado bien como me gustaría que fuera solo mío.  Tiernamente froto mi nariz con la suya, y poco a poco entro en él.





-Eres la mejor terapia- Le susurro al oído.



  Él se aferra a mis brazos y puedo sentir sus paredes sedosas disfrutando la exquisita sensación de poseerlo, y que él me posea a mi.  No lo estoy follando, estoy haciendo el amor.  Será la primera y la última vez que lo haga, nunca encontrare un hombre como Joaquín.  Sé que nunca lo olvidaré.





  Entro y salgo.  Lento y suave.  No lo está haciendo para satisfacer mis necesidades, estamos dándonos mutuo placer.  Salgo lentamente, y vuelvo a deslizarme lentamente de nuevo.





  -Emilio ... más rápido- dice y se muerde su labio.



-Oh no, nene.  Lo necesito lento.-le digo mientras le muerdo suavemente el labio que él se mordía.


Yo me hundo más en él, mientras que él con las manos acaricia mi cabello y se rinde a mi ritmo.  Esto es el cielo, el paraíso, y no puedo aguantar por mucho más tiempo.  Acelero el ritmo y llegamos a nuestro clímax gritando nuestros nombres.






  Me acuesto satisfecho al lado de él, mirándonos.  Joaquín juega con mi cabello, su toque es tan especial.  Como me gustaría quedarme con él ... pero no sera posible.




  -Emilio ¿Crees que nos volvamos a encontrar? - me pregunta de pronto.




  -No lo sé, tal vez- le respondo con tristeza y temor.

-¿Sabes? Yo cree que sí. En algún momento de nuestras vidas nos encontraremos.- dice con una triste sonrisa.




-Tal vez, Joaquín.- Le digo por que a lo mejor no nos encontramos nunca y no quiero darle falsas esperanzas.







-Vale, de todas maderas quiero que te quedes con esto: dice sacando una cadenita de su cuello.






-Joaquín, no puedo aceptarlo.- Le digo.



-Llevatela, Emilio. Guárdala, y cuando nos volvemos a ver me la devuelves cuando nos encontremos de nuevo. Y si no nos volvemos a ver nunca más ... Quiero que lo lleves siempre contigo. Para que no me olvides y para que te de suerte en todos tus sueños que quieras cumplir.– dice poniéndome la cadenita en mis manos.




La cadenita tiene un dije pequeño de un ángel.  Es muy bonita, y un lindo detalle de parte de él.





-Esta bien.  Este será mi angelito, Joaquín- le digo, - pero no necesito nada para recordarte.  Nunca te olvidaré.  Es una promesa.






  -Yo tampoco lo haré, Emilio.  Te prometo que pase lo que pase nunca te olvidaré.  Te deseo lo mejor en tu vida.- dice y con esa promesa siento que mi corazón se rompe en mil pedazos.






Estamos a nada que Emilio se valla y no lo encontré por mucho tiempo.

Las sombras de Marcos & BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora