-34

165 25 20
                                    

hielyzabeth

POV JOAQUÍN

Las lágrimas comienzan a rodar inoportuna e involuntariamente por mis mejillas.  Un dolor desgarrador me parte en dos.  Esto es sufrimiento realmente sufrimiento.



He sobrevivido un día post-Emilio, y para mi desgracia estoy en el baño de la escuela llorando como una Magdalena.  El tiempo pareciera detenerse, me desgarra el alma el recuerdo de lo que he perdido.  Solo siento dolor.  ¿Cuánto más tendré que soportar esto?  Mientras lloro escucho que entra el estúpido de Mauricio Mariscal.  ¡Mierda!  no viene solo, creo que será mejor evitarlo, no estoy de ánimos para peleas.  Así que decido irme al salón de clases ... Camino hacia la puerta, pero unas manos me detiene, me volteo y me encuentra con una mirada llena de odio ...




-Mauricio, suéltame- le digo.


-¡Mira!  ¿Pero a quién tenemos aquí?  Nada menos que a la joven Bondoni- dice sarcásticamente.




-iTe dije que me sueltes! - le digo tirando sus manos.


-¡Chicos!  entren y diviértanse con el- dice divertido y con un destello de maldad en su voz. 





Mierda ¿Qué piensan hacer? 




-Mauricio ¿Qué es lo que piensas hacer? - Le pregunto con miedo




-¿Tu qué crees? - me replica riéndose, -¡Ya, chicos!  les dejo este regalito para que se diviertan.- dice acercándose a mi.  -Esto te pasa por entrometido, por arruinarme mis planes con ese dios griego llamado Emilio Marcos-, me dice al oído. 




-¿NO PUEDES SER TAN MAL PERDEDOR? - .Le grito y.




-¿Y tu no puedes ser tan zorra? ...



Aunque ahora te trataran como una verdadera zorra, deberías estar agradecido- me dice.-¡Ya!  hagan lo que tienen que hacer, yo vigilaré que nadie venga.- se dirige a dos personas que nada más sale Mauricio entran al baño.



Veo entrar a Sergio y Armando con una sonrisa. 




-Hola precioso, lo pasaremos muy bien- dice Sergio.  -Si, zorrita, vas a saber lo que es un verdadero hombre- continua Armando sacándose el uniforme de la escuela.



¡No puede ser!  esto es es repugnante ...





-Eres un calientabraguetas, ¿sabes, Joaquín?  Con tu carita inocente tus lindo ojos y esos carnosos labios ...- dice Armando.




Me falta el aire, creo que me desmayaré.  ¡No!  ¡No!  ¡No debo desmayarme!  Tengo que estar atento a cada uno de sus movimientos.




-En el fondo lo desea, lo sabemos ... maldito zorro- dice Sergio...


Mi miedo alcanza el nivel de ataque inminente, y amenaza con aplastarme.




-¡No, yo nunca te he provocado! ... ¡ni he provocado a nadie! - le digo con un hilo de voz.





-Sí, lo provocaste, puto calientabraguetas.- Dice Armando. 




-Me desees ... Admítelo, Joaquín-.  Dice Sergio acercándose a mi. 






Siento repugnancia pero hago acopio de todas mis fuerzas ...




Las sombras de Marcos & BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora