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POV JOAQUÍN

Estoy en la habitación con Mía.  No sabía que era hermana de Emilio y lo peor, él no quiso decirle que me conocía.  Seguramente se avergüenza de mi. 




Pero hoy había sido muy lindo conmigo: el vuelo no puedo creer que yo hubiera volado por los aire de Georgia ... y eso que estaba aterrado.  Fue hermoso, el mejor regalo que he tenido.  Y después los aretes;  aunque sigo considerando que fue mucho los acepté a regañadientes, solo por que me dijo que se pondría triste. 




Tal vez debería alejarme de él, seguramente es tiempo perdido, humillante y doloroso.  Pero me ha besado dos veces.  Tal vez si sea heterosexual.  ¡No puedo creer que le pregunte eso!  Hubiera preferido que me tragara la tierra después de preguntar esa estupidez ... Pero él me dijo que quería pasar un buen momento no entiendo que quiso decir;  por eso vine.  Tal son ilusiones mías, aunque todavía no entiendo qué ve en mí ...



-¿Te gusta la ropa que me compre aquí en Savannah?  - Pregunta Mía sacándome de mis pensamientos sobre Emilio.



Antes de contestarle escucho un golpe en la puerta.



-Yo abro.- le digo a Mía. 


Abro y me encuentro a Emilio.


  -Mía, papá y mamá me dijeron que busques a Kiko.


  -¿Qué pasa con Kiko? - pregunta Mía.

  -No lo sé, pero creo que salió.  Responde Emilio.


  -Esta bien.  Pero quédate con Joaquín hasta que vuelva.- Le ordena Mía antes de salir de la habitación.



  Yo trago saliva y lo miro nervioso preguntándome que querrá.



-Joaquín ¿puedes venir a mi habitación? -Me pregunta y me tiende su mano. 





Mierda.  Tal vez llego la hora.  No se si estoy listo ¡Claro que estas listo!  Me anima mi subconsciente.  Nunca un hombre me había provocado lo que me provoca Emilio Marcos.






¡Madre mía!  Por fin voy hacerlo por primera vez.





-De acuerdo- Le respondo.






Mierda.  No tengo ni idea que voy a hacer y con cautela le tomo la mano.  Y salimos de la habitación de Mía.






-No voy a hacerte daño, Joaquín.- dice entrando a su habitación.






-iQue quieres de mi, Emilio?  pregunto mordiendo mi labio de los nervios.






  -Joaquín, te seré sincero.  Me gustaría mucho tener sexo contigo. -Me dice.







  ¡Mierda!  Fue muy directo y sincero.  ¿Qué le digo?  Estoy avergonzado, nunca he tenido sexo con nadie y ahora llego mi momento.  Yo lo único que puedo pensar es: ¡Mierda!  ¡Joaquín, reacciona estas apunto de perder tu virginidad!







-Nunca me he acostado con nadie, soy virgen.- Le informo sintiendome culpable.  ¿Por qué me siento culpable?






  -¿Eres virgen? -Pregunta como si fuera un insulto.  De pronto pregunta: -¿Te han besado alguna vez?  sin contarme a mí.






  Mierda.  ¿Qué le digo?  Tal vez se enoje más.






  -No, ese fue mi primer beso.- Le respondo, por así fue.  Él me dió mi primer beso.  Y me gustó.







Las sombras de Marcos & BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora