Las sombras de Marcos & Bondoni

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POV JOAQUÍN

-Abre la maldita puerta de una vez, Emilio y salimos de una vez de esta situación - le digo molesto con él, conmigo, por ser tan débil. Él abre la puerta y entro.

Por dios ¿Qué es esto?

-¿Qué significa esto? - Pregunto, impactado por lo que veo.

-Bueno yo es esto ... lo que soy -tartamudea nervioso.

--¿Que mierda significa esto Emilio? - Le pregunto consternado.

Mi subconsciente esta mudo. Estoy paralizado. Puedo observar todo lo que hay en esta habitación. Palas, varas, latigos, cinturones, fustas. Una cruzi para que mierda tiene esa cruz? Rejillas, esposas. Este hombre es un sádico.

- Significa que yo ...

-¿Eres un sádico? Le interrumpo, no quiero escuchar la respuesta.

-Soy un Amo Joaquín.

-¿Qué significa eso? -le pregunto en un susurro, no comprendo.

-Significa que quiero que te rindas a mí en todo voluntariamente.- Dice.

--¿Qué? - No puedo creer lo que estoy escuchando.Este hombre esta loco. Y lo peor quiere que yo me rinda a él. No entiendo.

--- ¿Por qué iba a hacer algo así?

-Por complacerme -murmura con una sonrisa.

¡Complacerle! ¡Quiere que lo complazca! Quiere que yo lo complazca, esto debe ser una pesadilla ... un error, un maldito malentendido. Creo que me quedo boquiabierto.

-Digamos, en términos muy simples, que quiero que quieras complacerme- dice, analizando, mi comportamiento.

--¿Cómo tengo que hacerlo? -Pregunto, ni se por que quiero saber, supongo que la curiosidad.

-¿Y qué saco yo de todo esto? - Pregunto. Ay Joaquín tu y tu curiosidad, vaya hasta que al fin hace acto de presencia.

-A mí -se limita a contestarme mientras intento no hacer caso mi subconsciente ... Dios mío a él ... hubiera dado cualquier cosa, para que él hubiera dicho, me tendrás a mi, con todo mi amor, pero él quiere que yo, sea como un esclavo. Si un esclavo sexual, y no diga que no te gusta lo que este hombre te hace. Cállate maldito subconsciente

-Volvamos abajo, así podré concentrarme mejor. Me desconcentro mucho contigo aquí.- Dice Emilio, dándome la mano. Dudo en aceptarle su mano, finalmente accedo.

Salimos del cuarto rojo, y Emii me lleva, por un pasillo, y llegamos a otra habitación.

-Esta será tu habitación. Puedes decorarla a tu gusto y tener aquí lo que quieras.-Dice con voz fría.

--- ¿Mi habitación? ¿Esperas que me venga a vivir aquí? -Le pregunto perplejo, ¿es qué quiere que me mude con él, a vivir aqui?

- Serian los fines de semanas- contesta como si leyera mi mente ...

De vuelta en el salón increíblemente grande, me siento muy inquieto. Estoy al borde de un precipicio y tengo que decidir si quiero saltar o no. Lo amo de eso estoy seguro. Pero siento que mi dignidad esta en juego ...

Tras a ver leído el contrato de amo y sumiso, de reojo miro a Emilio, se le ve ansioso.

-Seguro que tienes cosas que preguntarme Joaquín. Habla-me dice.

-Pero ¿por dónde empiezo? -estoy en shock.

- Tengo que saber cuáles son tus límites, y tú tienes que saber cuáles son los míos, así que pregunta, lo que sea.-Me dice él.

-¿Y cómo llegaste a ser asi? -Pegunto, mierda yo y mi curiosidad.

-¿De verdad quieres saber Joaquín? -Pregunta frunciendo el ceño.

-Si - respondo.

-Practico esto hace cuatro años, un amigo me lo mostró, ya mi me gusto.-Dice con frialdad.

-Ya veo, ¿entonces cuando nos conocimos, no te gustaba esto? -Pregunto.

-Cuando te conocí me follaba a muchos hombres sin sentido  -responde.  Su sinceridad me resulta doloroso.

- fui una de los hombres que te follaste sin sentido, -comento con voz triste, me duele que fui uno más en su lista.  ¿Y que esperabas tonto ¿Qué se enamorara de ti?  Me reprocha mi subconsciente.

-Nunca fuiste una más -me dice mirándome a los ojos.

-No tienes para que mentirme-le digo.

-no te estoy mintiendo Joaquín-me dice, esto es muy incomodo, ya quiero acabar con esto de una vez ... me quiero ir a mi casa.  Todo esto ha sido demasiado.

-¿Emilio y si no quiero? Me refiero si no acepto lo que me ofreces ¿Qué pasara entre nosotros dos? -Le pregunto temiendo lo que me respondá. 

-No pasara nada Joaquín-me dice.

-Pero ¿no tendremos la más mínima relación?  -le pregunto, sabiendo la dolorosa respuesta.

-No.-Se limita contestar.

-¿Porqué? -Le pregunto triste, por que tuve que enamorarme de un hombre así.

-Es el único tipo de relación que me interesa .Soy así.Y no me interesa cambiar-dice de forma muy fría.

-¿Es fácil encontrar a hombres que lo acepten?

Por supuesto que si - me responde.

--Cuantas -

--¿Cuantas que Joaquín? - Me pregunta como si no entendiera.

- Me refiero ¿con cuantos hombres has estado en estos cuatro años?  -seguramente ha estado con mucho y yo con nadie.  Por que para mi el sexo significa entregarse de cuerpo y alma al hombre que se ama.  Y no por una simple calentura de momento.

- Quince, he tenido quince sumisos.-Dice, Mierda y yo todo este tiempo pensando en él, y él ni se acordaba de mi, ese pensamiento me pone triste.

-Ya decidí -le digo

-¿Así? -Me dice ansioso.

-Entonces ¿aceptas?  -Dice con voz ilusionada.   Le ilusiona la posibilidad de maltratarme.  De que haga conmigo lo que quiera. 

-No, lo siento pero no puedo darte el tipo de relación que quieres -le digo conteniendo las lagrimas, es el adiós definitivo.Lo perdí..no puedo ser lo que él quiere que sea.

  -¿Te estas despidiendo de mi?  -su voz es ahogada, como si le doliera.

-Si Emilio, me voy no puedo aceptar el tipo de relación que me pides.  Hubiese preferido que me ofrezca otra cosa.  Y no ser tu sumiso.

--Adiós- le digo y lo beso en su mejilla.  Mi corazón esta rompiéndose en mil pedazos.  Pero más daño me haría a mi misma si accedo y acepto lo que él me pide.