Capítulo mini

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Espero pronto hacer capítulos más largos 🙏🙏🙏🙏. Este es muy breve. También, quería decir que tengo una mala costumbre de describir escenas eróticas cuando unos están "dormidos" (esta sería la segunda vez de esta historia) 🤣🤣🤣🤣🤣

Perdón por ello 🙏🙏🙏

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El calor aún permanecía en el lecho, lo que no era consciente, porque no se había despertado, era que su esposo no había abandonado la cama y estaba con ella, hacia atrás, rodeándola con un brazo, que afirmaba su protección. Unas finas sábanas tapaban la mitad de sus cuerpos. Aunque estaba adormilada, sí que podía sentir el contorno de su cuerpo y otras partes que se rozaban contra ella. Sí, su roce provocando que se apretara y estuviera intentando encontrar... cierto placer que había hallado con él. Aún perduraban las sensaciones del momento apasionado que habían compartido, como marcas en su piel, que ahora revivían a fuego lento. Tanto fue así que buscó y encontró, siendo colmada y haciéndola jadear entre el sueño y la realidad. Unos dedos apretaron la carne tierna de uno de sus senos, cuyo pico se endureció con su toque. Ahogó sus sonidos en la almohada, mientras hacían el amor de forma sinuosa y lenta, aturullándola y queriendo respirar. Pero no precisamente quería respirar, sino sentir más, cómo se adentraba en ella y la dejaba sin aliento, para luego volver a llenarla, sin darle ese respiro y notar que sus entrañas se retorcían en un nudo placentero. Era tan... dulcemente agonioso que quiso demandarle más deprisa, pero de sus labios no salió ninguna demanda porque justo cuando le dio otra estocada, se vio tan desbordada que explotó en mil astillas. Luego lo notó a él, llegar, abrazándola con más fuerza, derramándose en su interior. Aún agotada podía notar las olas del placer, reverberando dentro de ella. Respiraron con agitación y, poco a poco, se fueron adormeciendo. No obstante, sintió que la giraba y le daba un beso en los labios, un tierno beso que denotaba cariño, haciéndola sentir querida. Notaron cómo la calma llegó hasta ellos, hasta adentrarse en sus corazones que se acompasaron en un ritmo tranquilo. Quedaron un rato más así, olvidando los quehaceres de ese día y alargando el momento vivido de hace un rato. 

No soy como él (Volumen I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora