No tardé mucho en dormirme después de eso, porque solo recuerdo mi sueño a partir de ahí.
-Gus... Lo siento. No debí haber dicho eso. Estuvo muy mal por mi parte, lo siento de verdad -Dice Horacio y se acerca para abrazarme.
Pero entonces, justo antes de que llegue siquiera a tocarme, alguien se interpone entre nosotros de frente a mí:
Volkov.
Está enfadado, pero no sé por qué.
Él echa a Horacio hacia atrás con su brazo y lo coloca justo detrás de él mientras da un paso atrás para poder verme mejor.
-Aléjate de él, no lo mereces, me intentaste apartar de su lado, yo lo quiero a él, no a ti, te odio Gustabo, te odio -Su voz es distinta. No es la suya, es mucho más ronca y grave, y no se le nota el acento ruso,pero eso es suficiente para que yo caiga al suelo y comience a llorar.
No sé cuánto tiempo estoy así, pero parece una eternidad.
Las lágimas empiezan a llenar un pequeño espacio, y es entonces cuando me doy cuenta de que estoy encerrado en una habitación bastante pequeña, en la cual antes no me encontraba.
Apenas tengo movilidad suficiente aquí dentro, y las lágimas cada vez llenan más espacio.
Estoy a punto de ahogarme cuando se abre el techo de la habitación y alguien me aúpa hata sacarme de ella. Extrañamente, no estoy mojado aunque unos segundos antes haya estado nadando en lágrimas. No puedo ver quién es la figura, pues la diferencia de luz me impide ver con claridad.
El hombre me abraza, y es el mejor abrazo de mi vida. No quiero que acabe nunca.
Entonces, alguien me habla.
-Gustabo... Gustabo... -Esa voz me suena, pero no sé de quién es.
De repente, la figura empieza a zarandearme, y es ahí cuando me despierto.
Greco está sacudiéndome suávemente por los hombros y llamándome.
-Madre mía, hasta que te despiertas -Dijo Greco sentándose en el sofá a mi lado mientras yo me incorporaba y bostezaba.
-Buenos días barabas -Dije alegre.
-Parece que alguien está de buen humor esta mañana -Dijo con una sonrisa, causando que yo me riera un poco.
-Esque hoy he tenido un sueño bonito... O al menos la mitad lo era.
-¿Me lo quieres contar? -Diji amablemente, pero no pudo disimular su curiosidad.
-Básicamente, estaba yo a punto de abrazar a mi hermano después de que se disculpase, pero entonces Volkov aparece entre nosotros adoptando una actitud de protección con Horacio y me empieza a decir que me odia. De repente, me encuentro en una habitación muy pequeña, como un cubo, y estoy llorando. Las lágrimas empiezan a llenar el lugar en el que estoy, y casi me ahogo, pero entonces alquien abre el techo de la habitación y me saca de ahí abrazándome. Ese abrazo... Se ha sentido demasiado bien. No quería que acabase. Pero me he despertado justo entonces.
-Oh... Valla... Siento haberte despertado -Dijo, inexplicablemente cabizbajo.
-No te preocupes. Igualmente, me alegro de estar aquí contigo, y no sólo en mi casa -Él levantó la mirada y sus ojos tenían un brillo precioso. Me dio una sonrisa de boca cerrada, y yo se la devolví.
-Ehh... ¿Te apetece ir a desayunar a algún sitio? -Pregunta Greco.
-Sí por favor, me muero de hambre -Afirmé.
-Pues vamos. ¿Dónde quieres ir?
-Ehhhhh... ¿Al restaurante que nos enseñaste? No lo sé, no conozco casi el norte -Dije encogiéndome de hombros.
-Yo si, hay un lugar en el que suelo desayunar. Es un local pequeño, pero los dueños son muy amables. Ya me conocen, soy cliente habitual. Vamos.
Me llevó andando por una calle en la que no había casi nadie. Paramos en una pequeña pastelería que tenía varias mesas dentro. Como había dicho Greco, era pequeño pero muy bonito.
Un señor se acercó a Greco y le dió un abrazo mientras sonreía.
-¡Greco! -Dijo en tono amigable- Hacía tiempo que no te veía por aquí. ¿Cómo te va? -Al decir eso, sus ojos se posaron en mi- Anda, pero si no estás solo, vamos hombre, te daré una mesa para tí y tu novio.
-No no no, no es mi pareja, es solo un amigo -Dijo y me sonrió.
-Valla, hacéis buena pareja -Eso hizo que me sonrojara un poco- Venga vamos, podéis sentaros donde queráis, enseguida iré a tomaros nota.
El señor se fue y Greco me guió a una mesa en una esquina del local, al lado de la cristalera que hacía de pared.
-¿Qué vas a pedir? -Me dijo Greco.
-Ni idea. ¿Qué me recomiendas?
-Los gofres o las tortitas. Aquí las hacen de miedo.
-Bueno, ¿ya sabéis qué váis a querer? -Dijo el hombre que nos había saludado antes después de un rato.
-Lo de siempre -Dijo Greco y ambos me miraron esperando mi respuesta.
-Unos gofres y un capuccino, por favor.
-Enseguida -Y se fue.
No pasaron ni diez minutos cuando llegaron los desayunos. A Greco le trajeron un café con leche, un zumo de naranja y un bocadillo de jamón y queso. Tenía buena pinta.
A mis gofres le habían echado sirope de chocolate y tenía lacasitos por encima. El capuccino tenía mucha espuma, y parecía que le habían puesto un poco de canela sobre ésta.
La verdad es que estaba todo delicioso.
-Tengo que venir más seguido al norte eh -Dije con la boca medio llena. Greco soltó una risita.
-Cuando quieras puedes venir a mi casa.
-Muchas gracias, lo mismo digo. Si algún día necesitas una casa y no quieres ir a tu piso sin amueblar -Dije ésto último de broma y ambos reímos-, tienes mi casa. En serio.
Me dedicó una sonrisa de boca cerrada a modo de agradecimiento.
-Bueno -Dijo mirando el reloj-, es hora de irnos si queremos ir a trabajar.
Se levantó de la mesa y yo lo imité. Cuando ya estábamos en la puerta, Greco se despidió del hombre con la mano y salimos. Yo lo miré en confusión.
-¿No tenemos que pagar el desayuno? -Dije con el ceño fruncido.
-No te preocupes, me lo añaden a la cuenta, se lo pagaré otro día.
Lucía demasiado despreocupado, así que imité su porstura, olvidándome por un rato de mis problemas.
-Greco, tengo que pasar por casa a cojer una máscara -Le dije, aunque ya habíamos bajado del coche y todo.
-Cierto. Te llevo, no tardamos nada.
Nos volvimos a subir al coche y Greco me llevó hasta casa. Él se quedó esperando abajo mientras yo subía a por la máscara. Pero cuando estaba por entrar, Horacio estaba saliendo de la casa... Con una maleta.
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QUEEEEEEE? HORACIO SE VA?
Yo no os voy a decir nada... (entre otras cosas porque ni yo lo sé XD)
Bueno, qué os ha parecido el capítulo?
A mí sinceramente este me ha gustado porque ha sido como la calma después de la tormenta... O antes.
PD: Este fin de semana no creo poder actualizar, y si lo hago será el domingo.
Espero que os haya gustado.
Nos vemos en el siguiente capítulo,
Chaoooooo <3
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Gracias a ti [GRECABO]
FanfictionLo único bueno en la vida de Gustabo es su hermano, no de sangre, Horacio. Pero su vida no es precisamente sencilla para él. Gustabo tiene un trastorno de doble personalidad, y psicológicamente no está muy bien, pero eso no lo va a demostrar jamás...