Los días siguientes fueron una tortura para los cuatro.
Y lo peor fue que Gustabo no despertaba, lo que hizo que Conway se sintiese más culpable y les anticipe las vacaciones a Kylie y a Horacio, porque él sabía que si los veía no iba a poder resistir las lágrimas, ya que le recuerdan a su no biológico hijo, y a Volkov también, porque no quería que Horacio se quedase solo.
Greco no salía de su casa.
La vida que llevaba Kylie tampoco era muy distinta a la de Greco.
Y Horacio... Bueno, él buscaba apoyo en Volkov, quien intentaba animarlo en todo momento, pero obviamente nada era lo mismo sin su hermano.
Volkov se había mudado con él hacía un tiempo, antes de que Gustabo despertase la primera vez siquiera, y la verdad es que en algo ayudaba que él estuviera allí.
Trataba a Horacio con sumo cariño y cuidado, como si fuese lo más valioso del mundo y se pudiese romper, y a Horacio le encantaría tratar igual a su pareja, pero no tenía ánimos ni para levantarse de la cama y lloraba a cada rato.
Y mientras todos le lloraban, el pobre Gustabo seguía sedado, sin enterarse nada del mundo a su alrededor... Pero viviendo en los mundos de su mente.
Mundos donde nadie lo juzga sin conocerlo.
Mundos donde no tiene que tener miedo de lo que opine la gente.
Mundos donde todos lo quieren.
Mundos en los que puede tener una pareja sin temer a que le hagan daño.
Mundos de los que uno no querría despertar.
Y él tampoco quería. Porque no era consciente del mundo al que en realidad pertenecía, donde sí había gente que lo quería, pero era todo lo contrario que en sus sueños, y en donde nadie querría permamecer ni un segundo si vivía en los mundos en los que Gustabo vivía dentro de sus sueños.
Por eso aún no había despertado.
Ni parecía que lo fuese a hacer...
[...]
NARRA GRECO
-Greco, me voy a llevar a Horacio a dar una vuelta para que se despeje un poco y salga de casa. ¿Quieres venir? Y Johnson si quiere también. Os vendrá bien animaros un poco -Me dijo Volkov, que aún por teléfono se le notaba mucho su acento ruso.
-No sé... -Respondí sin ánimos y me encogí de hombros, aunque él no me podía ver- No estoy de humor para salir. Y supongo que Kylie estará igual que yo.
-Vamos hombre, os sentará bien, en serio. Es lo que Gustabo hubiese querido, que siguieseis con vuestra vida normal -Eso me enfadó. Por eso hablé con tono amenazante, uno que nunca ponía porque si quería podía dar miedo.
-No vuelvas a hablar de él como si estuviese muerto ¿me oyes? NUNCA -Finalicé y colgué el teléfono.
Ya estaba deprimido antes, como para ahora estar también enfadado.
No quería seguir llorando, sino descargar todas las emociones que llevaba encima, así que cogí mis guantes de boxeo y fui al gimnasio que había cerca de donde yo vivía.
Allí no solía haber mucha gente, y ya era cliente habitual de hacía años, así que cuando entré y le dije al que había en el mostrador que necesitaba pegarle golpes a algo, me llevó a una sala que era solo para personal, pero me dejó usarlo porque me conocía y había notado lo cabreado que estaba.
Tendría que acordarme de agradecérselo más tarde.
Me puse los guantes y empecé a golpearlo lo más fuerte que pude.
Llegó un momento en el que ya los golpes no servían de nada, por lo que decidí, aunque muy mal hecho, quitarme los guantes y pegar con mis puños.
Después de bastante rato golpeando el saco y con los nudillos destrozados salí del gimnasio.
No sé cuánto tiempo había pasado ahí dentro, pero debieron de ser horas, porque cuando salí ya estaba entrando la noche.
Volví a casa y me puse una venda con gasas en los puños, que ya estaban hasta sangrando.
Pero no me importó, porque sí había servido para quitarme toda la rabia que llevaba encima.
No mi enfado con Volkov, eso ya se me había pasado, sino la rabia que me daba que le hubiese tenido que pasar eso a Gustabo, con todo lo que ya había sufrido en su vida.
No podía más. Necesitaba verlo, asegurarme de que está bien, aunque siga sedado, pero vivo. Necesitaba oír el pitido de las máquinas del hospital indicando que su corazón aún seguía latiendo.
Así que cogí mi coche y me puse de camino al hospital. Desde Paleto. Por la noche...
Bueno, tal vez no lo había pensado bien, pero tenía que ir.
El trayecto fue mucho más largo de lo que recordaba, y cuando llegué no había casi nadie en el hospital.
Cuando vi a un doctor, fui hacia él y le pregunté por Gustabo.
Me dijo su habitación, y que si no despertaba pronto iban a tener que desconectarlo.
No me di cuenta de lo que significaba la última parte hasta que no estuve en la habitación con Gustabo, porque había salido corriendo cuando dijo el número de habitación y no presté atención a nada más.
Pero cuando lo repetí en mi mente, la rabia fue instantánea e intensa.
Tendría que mantener una conversación seria con Conway.
Pero esa idea la aparté rápido en cuanto mis ojo viajaron a ese rubio que yacía tumbado en aquella cama de hospital.
No pude evitar acercarme a él e incorporarlo un poco para poder abrazarlo.
Sí que necesitaba su compañía.
Pero ya era tarde cuando me di cuenta.
Ahora no había nada que pudiese hacer para ayudarlo a salir de su estado.
Y eso me rompía el alma.
Porque de verdad lo quería.
Y de verdad necesito poder volver a sentir sus abrazos, volver a hacer maratón de pelis dentro de un castillo de mantas y cojines en su salón cuando su hermano sale de casa, volver a dar paseos con él, volver a salir de fiesta con él, y volver a verle sonreír, esa sonrisa llena de alegría y emoción cada vez que consigue lo que quiere.
Pero ahora todo se había acabado.
No iba a volver a hacer ninguna de esas cosas con él.
Y todo por una puta persecución.
No podría haberse estampado ese coche contra una pared, no podría haber simplemente escapado, no podría haberse aunque sea chocado contra mí, no. Tenía que chocarse contra el coche de Gustabo y Horacio.
Y justo en el lado de Gustabo.
Para que luego digan que el karma existe y solo actúa negativamente contra malas personas.
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...
Bueno... Capítulo movidito no?
Ahora ya sabéis lo que siente Greco.
Y quiero saber vuestra opinión sobre eso :)
Bueno, espero que os haya gustado.
Nos vemos en el próximo capítulo,
Chaoooooo <3
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Gracias a ti [GRECABO]
FanfictionLo único bueno en la vida de Gustabo es su hermano, no de sangre, Horacio. Pero su vida no es precisamente sencilla para él. Gustabo tiene un trastorno de doble personalidad, y psicológicamente no está muy bien, pero eso no lo va a demostrar jamás...