Capítulo 43

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La semana se me pasó sorprendentemente rápido, y durante el tiempo que pasé en en hospital fui formando una pequeña idea de "terapia" en mi mente para aprender a controlar a Pogo:

Mi idea consistía en que Greco, Horacio y Volkov me inmovilizasen de alguna forma y yo lo dejase salir e intentaría mantenerlo a raya a mi voluntad.

Era arriesgado, y aún estaba tomando forma, por lo que no se lo dije a nadie, pero si me pareció buena idea para aprender a controlarlo.

Horacio me vino a buscar al hospital para llevarme a casa.

En cuanto entré, Draco se me echó encima y empezó a darme besitos.

-Oye Gus, mañana vamos a ir unos cuantos de la maya a jugar al paintball, Greco también viene y, si te encuentras bien, queríamos que vinieses con nosotros -Me invitó Horacio.

-Eh... Vale, me apunto -Sonreí- Por cierto... -Horacio me miró. Pensé en decirle mi idea sobre Pogo, pero decidí que se la diría en otro momento- Da igual, una tontería.

Le resté importancia con un gesto de mano.

-Está bien. Y... ¿qué vas a hacer con el tema de la comisaría y Conway? -Preguntó con timidez. Sabía que no me gustaba hablar de ese tema.

-No lo sé, Horacio. Volveré a comisaría y hablaré con Conway, pero aún no sé cuándo. Así que por favor, deja ya ese tema -Dije con un poco de fastidio.

-Vale, vale. Lo siento, pero es que quiero que hagáis las paces de una vez y volver a patrullar contigo -Dijo con voz de corderito degollado.

-Lo sé, Horacio. Pero antes tengo que perdonarlo, así que dame tiempo.

-Como quieras -Dijo y se dirigió a las escaleras para subir a la planta de arriba.

-Por cierto Osito -Se giró para mirarme desde arriba- Tengo algo que contarte, pero mejor que Volkov y Greco estén presentes.

Asintió con la cabeza y se metió en su habitación.

Me puse una película, me tomé una pastilla y me quedé dormido en el sofá con el perro en el regazo.

Por la mañana me despertó Draco chupándome toda la cara, por lo cual reí y lo acaricié. Esto sí que era un buen despertar con el que me pondría de buen humor todo el día.

Un rato después, mi hermano me dijo que nos teníamos que ir ya al sitio donde habían quedado con la maya porque teníamos que ponernos todo el equipo que nos darían allí para no hacernos daño.

Al parecer éramos los últimos en llegar, porque todos estaban esperando por nosotros, aunque habíamos llegado a la hora acordada.

En cuanto bajé del coche, un montón de personas vinieron a saludarme, seguramente porque no me veían desde que entré en coma.

Greco y Volkov ya estaban ahí, hablando con Kylie, por lo que nos acercamos a ellos.

-Hola chicos -Nos saludó Kylie, haciendo que los otros dos se girasen a vernos.

Horacio saltó a los brazos de Volkov y le dio un beso mientras que yo me limité a saludar a Greco con la mano.

Estuvimos un rato hablando de temas varios.

-¿Se os da bien el paintball? -Nos preguntó un policía que se había acercado, al que no conocía.

-Sí, bueno, más o menos -Contesté con una sonrisa.

-Perfecto, pues vosotros cinco vais en mi equipo. Soy Sergio, por cierto -Dijo porque Greco y yo no lo conocíamos. Después de eso se fue a saludar a alguien.

Gracias a ti [GRECABO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora