Un rato después, en el que Greco y yo nos dedicamos a criticar a la gente que salía en un programa de la tele, Horacio se asomó por las escaleras y nos avisó de que ya habían pedido la pizza y que no tardaría en llegar.
Le dijimos que iríamos en un momento y él volvió abajo.
-Sinceramente creo que esta casa es lo mejor que hemos hecho en nuestra vida eh -Le dije. Estaba tumbado en el puf mirando al techo. Greco ya había apagado la tele para bajar, pero seguía en el sofá.
-Y que lo digas. Es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo -Contestó él.
-¿Y has visto la terraza? -Pregunté, esta vez más incorporado y mirándole.
-Todavía no, no he tenido tiempo de pensar en eso, pero ya la veré cuando estéis en comisaría -Sonrió.
-Sí... Creo que tú también deberías volver -Me miré las manos. No quería ver su reacción.
-Pero no puedo, Gustabo. Conway me mata si aparezco sin avisar y reclamo mi puesto después de tanto tiempo -Dijo con voz paciente, como si le estuviese explicando a un niño por qué pegar a la gente está mal.
-Oh, vamos, seguro que a Conway no le importa, y si no puedes hablar con él, igual que hice yo. O también puedo pedirle que te deje volver tí también.
-No, no quiero que te metas en mas líos.
-Tranquilo, de todos modos, seguro que hablar con Conway no será necesario. Porque o se lo dices tú o se lo digo yo, pero que vuelves, vuelves. Sé que es lo que quieres.
Me miró un momento, chasqueó la lengua y me tendió la mano para ayudarme a levantarme.
-Anda vamos, que si no se van a comer la pizza entre ellos dos.
La acepté, y una vez que estuve de pie, Greco tiró de mi brazo y me abrazó.
-Gracias Gus -Hacía tiempo que no me llamaba así. En cuanto reaccioné le devolví en abrazo.
Cuando llegamos abajo, Horacio le estaba pagando al repartidor y Volkov estaba llevando las cajas de pizza hasta la isla.
-¿Y si cenamos en los sofás? Habrá que estrenarlos, ¿no? -Dijo Greco. Llegué a su altura, me paré a su lado y apoyé mi antebrazo en su hombro.
-Para mí que estos dos ya lo han estrenado eh -Dije. Horacio se tapó la cara con las manos por la vergüenza y Volkov me lanzó una mirada asesina.
Greco y yo reímos. Me encantaba molestarlos de esa forma, y más ahora que estaba Greco para reírse conmigo.
-Fuera bromas, ¿podemos cenar en los sofás? -Pregunté con voz de niño pequeño. Volkov me volvió a mirar- Porfi
Dije alargando un poco la "i". En realidad se suponía que no teníamos que pedirle permiso a nadie, pero Volkov era como el padre del grupo, y a veces nos echaba la bronca cuando ensuciábamos mucho.
-Está bien, vamos -Dijo, un poco divertido por mi actitud.
No tardé ni dos segundos en dar un paso hasta la isla, cojer todas las cajas de pizza e ir corriendo a los sofás.
Los otros tres estallaron en carcajadas por mi reacción y vinieron a sentarse también.
Cenamos viendo la tele y luego nos fuimos todos a nuestras habitaciones, menos Vokov, que se fue a la de mi hermano. Había sido un día largo para todos
Intenté dormir durante un buen rato.
La cama se me hacía extraña, e inusualmente grande y fría.
Estaba acostumbrado a dormir en la comodidad de mi cama, y con la compañía y el calor de Greco. Dormir solo me parecía rarísimo, por lo que no podía dormir.
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Gracias a ti [GRECABO]
FanfictionLo único bueno en la vida de Gustabo es su hermano, no de sangre, Horacio. Pero su vida no es precisamente sencilla para él. Gustabo tiene un trastorno de doble personalidad, y psicológicamente no está muy bien, pero eso no lo va a demostrar jamás...